martes, 13 de agosto de 2013

Consejos para preparar los alimentos durante el verano


Expertos señalan que una correcta manipulación e higiene a la hora de preparar los alimentos evitaría numerosas intoxicaciones durante la época estival. Aquí sus recomendaciones



Consejos para preparar los alimentos durante el verano
Una medida es lavarse las manos antes, durante y después preparar las comidas.
En verano cambian las rutinas diarias y por ende la forma de alimentarnos. El número de ingestas, la cantidad y la forma de preparar las comidas también pueden verse afectadas por el lugar donde estas se preparan o se consumen. Según afirman en un comunicado especialistas del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), “si dichos cambios no se realizan extremando las medidas higiénico-sanitarias, pueden derivar en intoxicaciones alimentarias”.
De ellas, explican, “las más frecuentes son las gastroenteritis, inflamación del estómago y los intestinos que se producen cuando algunos microorganismos como virus, parásitos o bacterias se multiplican en el tubo digestivo, como consecuencia de la ingesta de alimentos contaminados con estos agentes o sus toxinas. Si bien las toxiinfecciones alimentarias se producen a lo largo de todo el año, su incidencia aumenta durante los meses de verano debido a las altas temperatura al favorecer la reproducción de dichos microorganismos, y también porque existe una tendencia a comer fuera de casa”, aclaran.
Pautas para evitar problemas de salud
Desde el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, adscrito a la consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ofrecen algunos consejos básicos para prevenir las intoxicaciones alimentarias:
-Lavar las manos antes, durante y después de preparar las comidas.
-Evitar la contaminación cruzada separando productos crudos de cocinados y lavando los utensilios de cocina tras cada uso, sobre todo tras manipular alimentos no cocinados.
-Lavar y pelar frutas y verduras.
-No consumir leche cruda o no pasteurizada, tampoco huevos crudos, carne cruda o insuficientemente cocinada.
-Prescindir de la elaboración de salsas caseras.
-Preparar el menú o los alimentos con la menor antelación posible antes de su consumo y cuando estén listos, no dejar pasar mucho tiempo hasta su ingesta ni aprovechar el producto sobrante.
-No descongelar los alimentos a temperatura ambiente sino en el frigorífico hasta ser cocinados.
-Mantener los alimentos en la temperatura adecuada, no recongelarlos y no tomar alimentos de establecimientos que no cuenten con sistemas de protección como vitrinas o frigoríficos.
Principales causantes de toxiinfecciones alimentarias
La salmonella una bacteria que se transmite por la ingesta de alimentos contaminados -como huevos y derivados, aves, carne, frutas o vegetales sin lavar- así como por personas que se han contaminado durante su manipulación, es el patógeno causante del mayor número de gastroenteritis por intoxicación alimentaria, pero “existen otras bacterias como la E. Coli (que llega al cuerpo humano a través del consumo de carne mal cocinada o leche sin pasteurizar), el estafilococo (que se adhiere tras manipular alimentos salsas, mayonesas o pastas rellenas de crema por parte de personas infectadas), o también virus (como el norovirus) reconocidos como causas frecuentes de toxiinfecciones alimentarias”.
Las consecuencias de la gastroenteritis dependerán de la edad, el estado de salud del paciente y la causa que haya provocado esta intoxicación, explican los especialistas. “En las gastroenteritis la presencia de vómitos y diarreas ocasionan pérdidas de líquido y electrolitos causando deshidratación, sed, dolor de cabeza, debilidad, mareos, somnolencia, irritabilidad, cansancio, dificultad para concentrarse, bajada de tensión arterial. Si esta no se corrige o se prolonga en el tiempo, puede llegar a alterar el funcionamiento de otros órganos como el riñón”, advierten.

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