En total hay unas 91.700 registradas · El 85% de esta cifra corresponde a escopetas de caza · Tan sólo hay 310 pistolas autorizadas para personas que no pertenecen a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
E. Llompart - 
Un guardia civil muestra unas armas ilegales incautadas recientemente.
Armas intervenidas por el instituto armado.
Uno de cada diez habitantes de la provincia dispone de un arma en casa. Esta es la proporción resultante del número de armas legales registradas en Granada, que asciende a 91.700 y la población de la provincia, que es de 901.220 habitantes según los últimos datos del padrón correspondiente al año 2008. Esta relación coloca a Granada en un lugar significativo entre las provincias con mayor proporción de armas por habitantes, por encima de otras regiones como Valencia, con 12, o de la propia media del total de la comunidad andaluza, con una por cada 11 habitantes.
La inmensa mayoría de las armas registradas en Granada son escopetas de caza. Este tipo de arma de fuego copa el 50% del total de las registradas por el servicio de intervención de armas de la Guardia Civil. Este cuerpo tiene contabilizadas 78.630 escopetas de caza en Granada, lo que supone una por cada 11 habitantes.
En la práctica es habitual que cada persona que cuenta con licencia de escopeta tenga varias armas en su poder, de ahí que el número de permisos sea sensiblemente inferior al de armas. Así, en Granada hay 37.450 licencias de tipo E -donde se encuadran las escopetas de caza- en vigor. Este tipo de armas es más propia también de las zonas rurales o de segundas residencias de personas que viven en la ciudad que de los grandes núcleos urbanos.
Es mucho más fácil obtener una licencia para una escopeta que para otro tipo de armas, como las pistolas y revólveres. Los controles de la Guardia Civil son muy exhaustivos en este sentido. De hecho, en la provincia de Sevilla sólo hay 310 armas cortas registradas y 315 licencias B, en las que se encuadran las pistolas y los revólveres. En este tipo de armas ocurre lo contrario que en el caso de las escopetas, es decir, hay más personas con permiso para portarlas que armas. Las licencias de tipo B sólo pueden obtenerla los jueces, fiscales, agentes judiciales, joyeros, policías y guardias civiles retirados y militares en la reserva. La proporción de este tipo de armas sobre el total de la población es prácticamente insignificante, puesto que hay una pistola por cada 2.793 habitantes.
Estas cifras sólo indican las armas legales que existen en Granada, sobre las que las Fuerzas de Seguridad tienen control. No revelan por tanto las armas del mercado negro, utilizadas por los delincuentes para cometer atracos y otros delitos violentos, y que pueden adquirirse por precios a veces sorprendentemente bajos en zonas marginales o conflictivas de la ciudad. Una pistola o un revólver, arma mucho más simple, puede comprarse desde 30 o 40 euros en barrios como Almanjáyar. Generalmente estas armas proceden de Portugal y están muy manipuladas. La estadística oficial tampoco revela el número de armas simuladas que existe en Granada. De hecho, recientemente los delincuentes optan por utilizar este tipo de armas -más baratas y fáciles de adquirir- para cometer sus delitos. En ocasiones hay bandas de atracadores que han empleado incluso pistolas de juguete, si bien otras veces la simulación es casi perfecta.
Otro tipo de licencia es la C, que son las armas que usa el personal de vigilancia. Este permiso conlleva una supervisión especial, puesto que las armas no son propiedad del vigilante de seguridad sino de la empresa. El trabajador tiene que depositarlas en los armeros al término de su jornada laboral. En Sevilla existen 128 armas cortas con este permiso y 68 largas, que se emplean sobre todo para el transporte de fondos. Bajo la licencia D, para caza mayor, hay registradas 5.102 armas largas. En el grupo E, además de las escopetas, hay 4.190 carabinas y 14 ballestas. A ellas hay que añadir otra de las licencias más solicitadas, las de tipo F, que se otorgan para competiciones de tiro olímpico y de las que en Sevilla hay 812 armas cortas y 49 largas.
La inmensa mayoría de las armas registradas en Granada son escopetas de caza. Este tipo de arma de fuego copa el 50% del total de las registradas por el servicio de intervención de armas de la Guardia Civil. Este cuerpo tiene contabilizadas 78.630 escopetas de caza en Granada, lo que supone una por cada 11 habitantes.
En la práctica es habitual que cada persona que cuenta con licencia de escopeta tenga varias armas en su poder, de ahí que el número de permisos sea sensiblemente inferior al de armas. Así, en Granada hay 37.450 licencias de tipo E -donde se encuadran las escopetas de caza- en vigor. Este tipo de armas es más propia también de las zonas rurales o de segundas residencias de personas que viven en la ciudad que de los grandes núcleos urbanos.
Es mucho más fácil obtener una licencia para una escopeta que para otro tipo de armas, como las pistolas y revólveres. Los controles de la Guardia Civil son muy exhaustivos en este sentido. De hecho, en la provincia de Sevilla sólo hay 310 armas cortas registradas y 315 licencias B, en las que se encuadran las pistolas y los revólveres. En este tipo de armas ocurre lo contrario que en el caso de las escopetas, es decir, hay más personas con permiso para portarlas que armas. Las licencias de tipo B sólo pueden obtenerla los jueces, fiscales, agentes judiciales, joyeros, policías y guardias civiles retirados y militares en la reserva. La proporción de este tipo de armas sobre el total de la población es prácticamente insignificante, puesto que hay una pistola por cada 2.793 habitantes.
Estas cifras sólo indican las armas legales que existen en Granada, sobre las que las Fuerzas de Seguridad tienen control. No revelan por tanto las armas del mercado negro, utilizadas por los delincuentes para cometer atracos y otros delitos violentos, y que pueden adquirirse por precios a veces sorprendentemente bajos en zonas marginales o conflictivas de la ciudad. Una pistola o un revólver, arma mucho más simple, puede comprarse desde 30 o 40 euros en barrios como Almanjáyar. Generalmente estas armas proceden de Portugal y están muy manipuladas. La estadística oficial tampoco revela el número de armas simuladas que existe en Granada. De hecho, recientemente los delincuentes optan por utilizar este tipo de armas -más baratas y fáciles de adquirir- para cometer sus delitos. En ocasiones hay bandas de atracadores que han empleado incluso pistolas de juguete, si bien otras veces la simulación es casi perfecta.
Otro tipo de licencia es la C, que son las armas que usa el personal de vigilancia. Este permiso conlleva una supervisión especial, puesto que las armas no son propiedad del vigilante de seguridad sino de la empresa. El trabajador tiene que depositarlas en los armeros al término de su jornada laboral. En Sevilla existen 128 armas cortas con este permiso y 68 largas, que se emplean sobre todo para el transporte de fondos. Bajo la licencia D, para caza mayor, hay registradas 5.102 armas largas. En el grupo E, además de las escopetas, hay 4.190 carabinas y 14 ballestas. A ellas hay que añadir otra de las licencias más solicitadas, las de tipo F, que se otorgan para competiciones de tiro olímpico y de las que en Sevilla hay 812 armas cortas y 49 largas.
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