El Atarfe se impuso en la tarde de ayer contra todo pronóstico en la cancha del Etiquetas Macho-Morón, rompiendo de esta forma la racha de imbatibilidad de los locales de 18 victorias consecutivas ante su público en Alameda. Y es que el conjunto granadino se presentaba décimo segundo clasificado y con un balance de victorias muy inferior al de su rival (3-7), por lo que muy pocos apostaban antes del inicio del partido por una victoria visitante.
El primer cuarto estuvo marcado por la igualdad y el intercambio de canastas en ambos aros, con un gran ritmo de anotación tal y como refleja el parcial de 21-18. En el segundo tramo los locales no supieron atacar la zona 1-2-2 que dispuso Ureña, el técnico visitante, que sirvió a los suyos para dar un estirón y marcharse con una ventaja de tres puntos al descanso (32-35). Tras la reanudación, las continuas pérdidas de Morón, unidas al buen hacer en ataque de los visitantes llevaron al marcador a un máximo de 46-59. El Atarfe tenía el triunfo al alcance de la mano, aunque quedaban todavía muchos minutos por delante ante un rival que es capaz de todo ante su afición.
Y los malos presagios parecían consumarse en el último y definitivo cuarto periodo, con el intento de remontada del Morón que, arropado por su afición, anotó un parcial de 12-0 para poner la diferencia del partido en un hilo (58-59). Ureña pidió tiempo muerto para calmar a los suyos y retomar la zona 1-2-2 que terminó por ahogar y desesperar el ataque local, certificando una importantísima victoria.
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