jueves, 18 de noviembre de 2010

Un 'muerto' en la pista de aterrizaje

El aeropuerto de Granada vivió ayer un simulacro de accidente donde un autobús hizo de avión y 33 figurantes, de los ocupantes del vehículo





El comandante de la aeronave avisa a la torre de control del Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén de que tiene problemas. La cabina del avión se ha incendiado y tienen que realizar un aterrizaje forzoso. Hay pasajeros heridos, incluso puede que algún muerto. En total, en la aeronave que está a punto de tocar tierra en Chauchina viajan 33 personas, de las que cuatro son tripulantes, para los que la situación es crítica. Hay que activar el plan de emergencias.

Podría ser un incidente real, pero en este caso se trata de un simulacro. El aeropuerto realizó ayer una especie de prácticas para evaluar los procedimientos de actuación en su Plan de Emergencias Aeronáuticas y analizar su eficacia para comprobar el grado de conocimiento y coordinación entre los diferentes colectivos que estarían implicados en la asistencia a un accidente aéreo.
Según explicaron fuentes de Aena, dependiente del Ministerio de Fomento, "todos los aeropuertos disponen de un plan de emergencias, cuyo objetivo es trazar una hoja de ruta que, en caso de accidente aéreo, minimice sus consecuencias, tanto en la zona de movimientos del aeropuerto como en el ámbito de sobrevuelo de las aeronaves". Los objetivos básicos de este tipo de planes son dos. Por un lado, "garantizar la protección de las vidas humanas y los bienes que pudieran verse afectados". Por otro, "restablecer o dar continuidad a la operatividad aeroportuaria". Así que, durante el ejercicio llevado ayer a cabo entre la niebla y el tiempo desapacible "se han analizado los tiempos de reacción y respuesta de todos los colectivos participantes, con el fin de optimizar la coordinación existente entre ellos".
En el accidente de ayer, de los 33 viajeros y tripulantes que van en el avión, la premisa era que, tras el incendio de la cabina, uno de los pasajeros fallece, cinco resultan heridos graves, 12 heridos leves y 15, ilesos. Quince minutos antes de aterrizar, el comandante alerta de la situación a la torre de control y avisa al Centro de Coordinación de Operaciones (Cecoa) que, a su vez, activa el plan de emergencias y declara la alarma general en el aeropuerto. Atendiendo a las características del incidente, todos los trabajos se centran en dos cometidos: por un lado, la extinción del incendio y la estabilización de la aeronave y, por otro, la evacuación de los pasajeros.
Las primeras asistencias las realizan los bomberos y servicios sanitarios del aeropuerto, que se coordinan con los medios externos a su llegada a las instalaciones. Una vez finalizados tanto la extinción del fuego como la evacuación, comienzan las labores de clasificación de los pasajeros y tripulantes de la aeronave, así como su traslado a las zonas definidas para atenderlos. Constituida el área de socorro y etiquetados los heridos para determinar la urgencia en su tratamiento, se procede a la evacuación de los mismos por parte de los efectivos sanitarios. Según explicaba ayer Aena, "en la clasificación de las víctimas se han utilizado tarjetas de varios colores: rojo (cuidados inmediatos), amarillo (cuidados no inmediatos), verde (cuidados de menor importancia) y negro (fallecidos)".
En la realización de este simulacro participaron más de 140 personas de diferentes colectivos, tanto de Aena como de organismos externos. En lo que a los medios internos se refiere, los principales efectivos participantes fueron del departamento de Operaciones, los bomberos y el servicio médico.
En cuanto a los externos, se organizaron en coordinación con la Subdelegación del Gobierno; la Policía Local de Granada, Chauchina y Santa Fe; los bomberos del Ayuntamiento de Granada; el Centro de Coordinación de Emergencias de la Junta de Andalucía 112; el Servicio Andaluz de Salud y la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias; la Guardia Civil; el Cuerpo Nacional de Policía y voluntarios de Protección Civil de Santa Fe.

Especialmente destacada ha sido la colaboración de la Base Aérea de Armilla que, junto con la Escuela Universitaria de Enfermería, aportaron los figurantes del accidente simulado. También cedió un helicóptero medicalizado y el autobús que hizo las veces de fuselaje del avión. Por eso, en las imágenes no se observa aeronave alguna, porque la simulaba el vehículo terrestre. Es lo que tienen los accidentes de mentira.
Este ejercicio se enmarca en el Plan de Autoprotección del Aeropuerto FGL Granada-Jaén, en el que se incluye el Plan de Emergencias Aeronáuticas. Éste se mantiene actualizado y operativo mediante la realización periódica de simulacros parciales para poner a prueba y evaluar la capacidad de respuesta. El director del aeropuerto, Pedro José Soriano, se mostró satisfecho con el balance del simulacro: "La coordinación entre los efectivos participantes ha ido muy bien, y los tiempos de respuesta han cumplido con los parámetros que suelen exigirse en este tipo de incidentes".

"Los simulacros generales de emergencia aérea se celebran cada dos años, y son un instrumento de enorme utilidad para afinar los procedimientos y protocolos que han de seguirse en la atención a un accidente. Gracias a ello, y a los simulacros parciales que realizamos habitualmente, mantenemos actualizado nuestro Plan de Autoprotección", subrayó Soriano.
Con este simulacro, el Aeropuerto FGL Granada-Jaén cumple con la normativa de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) en materia de planificación de emergencias en aeropuertos, pero también atiende a la legislación que a ese respecto aplican las administraciones nacionales, autonómicas y locales. Esta práctica obedece, además, al compromiso de Aena con un servicio seguro.

granada hoy

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