miércoles, 13 de enero de 2010

UNA ODISEA BAJO LA NIEVE…

El pasado domingo tuve ocasión de vivir una historia singular que terminó bien gracias a la ayuda de un amigo llamado kiko y que es conductor de ambulancias del centro de salud de Loja, así que aprovecho para agradecerle su gesto solidario.




Todo comenzó cuando me dirigía hacia Atarfe pasadas las dos de la tarde. Siempre que vamos a una retransmisión hay que salir con tiempo suficiente por si surge algún imprevisto. Una vez superado el puerto de las Predizas que separa a la capital malagueña de la zona norte de la provincia, comenzó una nevada tremenda. Cuando iniciamos el descenso hacía la zona de Villanueva del Trabuco, que enlaza con la A-92, la carretera estaba ya blanca y con una considerable capa de nieve.



Entonces comencé a preocuparme, así que le dije a mi amigo Ovidio que me acompañaba…”Ovidio me temo que no llegamos a Atarfe”. En esas vemos que los coches de delante se paran, y se genera una enorme caravana, a los pocos minutos ambulancias y Guardia Civil nos adelantan por enmedio de las dos filas de coches. Preguntamos y nos confirman que hay un accidente que bloquea la carretera, asi que pensé…. adios Atarfe, a ver como hacemos ahora la retransmisión…y le digo a Ovidio, “tengo que llegar como sea, así que lo siento pero te quedas aqui, que yo me voy a buscarme un medio de transporte para llegar”.. Cogi el paraguas, me bajé del coche, bajo una intensa nevada y un frio espectacular, y emprendi camino por la autovia, enmedio de los coches parados…Los conductores me miraban algo sorprendidos…anduve un buen rato con un frio que calaba todo, hasta llegar al accidente.



Era impresionante porque se había formado un amasijo de hierros entre más de una decena de coches que se entremezclaban y formaban una maraña de chasis desvencijados que no dejaban ni un resquicio para pasar en toda la autovia, de lado a lado. Las ambulancias y la guardia civil intentaban bajo la nieve socorrer a los heridos, la mayoría con golpes, y poner orden en aquel caos. Yo tenía una hora para llegar a Atarfe, antes de que comenzara el festejo y la retransmisión.



Comencé a preguntar a la guardia civil como podia salir de alli, y con amabilidad me contestaban que era imposible, salvo que siguiera andando hasta la A-92, pregunte a los conductores de ambulancia, pero ni ellos sabian muy bien por donde salir de alli y ademas no había sitio. Intente meterme en una de ellas pero no había hueco… No sabía que hacer y el reloj seguía corriendo… decidí seguir caminando, o mejor corrriendo bajo la nevada para llegar hasta la autovía que estaba abierta y desde allí dirigirme a una gasolinera donde intentar subirme con algún conductor que fuera para Granada, así que salté la mediana para superar la montaña de coches accidentados y, campo a través, bordear el accidente para después incorporarme de nuevo a la autovia y correr, paragua en ristre, a modo de escudo, para protegerme de la nevada, hacia la A-92.



La carrera era comprometida porque la nieve y el hielo acumulado en la calzada me daban una sensacion de inseguridad y desequilibrio constante, pero no habia otro remedio, había que seguir adelante. La carretera estaba sola, deshabitada y al fondo, a mis espaldas; el colapso , el caos, el accidente, las sirenas, afortunadamente no habia heridos graves, eso me tranquilizaba… mientras corria sobre el asfalto, la nieve, el hielo, el frio, pense que aquello no era realidad y que a veces ocurren circunstancias que nos ponen a prueba…despues de algun tiempo corriendo veía a lo lejos los coches, era la A-92, mi objetivo, faltaban 55 minutos para el comienzo de la corrida, si tenia suerte, si conseguia montarme con alguien que fuera para Granada podía llegar…Mi obsesión era llegar como sea, con las prisas y en medio de la carrera me di cuenta que no llevaba abrochado el anorak y que tenía nieve y hielo por todas partes, pero no podía dejar de correr porque el tiempo avanzaba en mi contra… en esas estaba, entre la desesperación de la hora que se echaba encima y la lucha por mantener el equilibrio y el frio y la nieve….escucho…ehhhh, miro a mi izquierda y veo acercarse una ambulancia….” Quieres montarte…” Dios mio, claro que si,….” ya me habian dicho que el de los toros estaba buscando alguien con quien irse, y cuando te he visto corriendo solo por la carretera he pensado que eras tu..” En ese momento recorde aquello de que Dios aprieta pero no ahoga..”Muchas Gracias, te lo agradezco mucho, ¿ para donde vas?…” voy a Loja, llevo una persona tumbada porque tiene problemas en el cuello por el golpe” …” pues venga vamos para Loja que alli ya me buscare la forma de llegar a Atarfe….” Diez minutos antes de comenzar la corrida…” Hola bienvenidos al primer festejo del ciclo de rejones de Atarfe aqui estamos bajo esta impresionante nevada…quiero agradecer a Kiko conductor de ambulancias de Loja su ayuda porque si no es por el no hubiera podido llegar a tiempo……”



Llevo 27 años en la profesión de periodismo, desde el primer día aprendi que, como el toro bravo, siempre hay que crecerse en el castigo, y que para lograr algo hay que trabajar sin límites, es la unica manera de que la vida te conceda, algunas veces, el indulto.

Publicado por Enrique Romero

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