Los padres deben vigilar la edad recomendada de cada juego, tratar de estimular su creatividad y asegurar que los bebés no corran riesgo de ingerir piezas
Los juguetes constituyen una fuente de estimulación durante el crecimiento del niño, favoreciendo el desarrollo de las funciones psíquicas, físicas, afectivas y sociales del niño. "Por ello es importante saber escoger los juguetes adecuados para cada niño, ya que así se favorecerá su personalidad en cualquiera de sus aspectos. A pesar de ello, en muchas ocasiones los padres escogen juguetes que no se ajustan a las necesidades del niño", explica el doctor Jordi Mateu, coordinador del Comité de Seguridad y Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría.
Junto a estos, es importante recordar otros aspectos como la seguridad del juguete. "De entre los juguetes que pueden causar accidentes hay que citar, en primer lugar, aquellos que por su forma y medida no sean adecuados a la edad del niño (los juguetes para niños mayores suelen ser peligrosos y frustrantes en niños pequeños debido a su falta de habilidad para usarlos); aquellos que pueden desmontarse en piezas pequeñas que el niño puede introducirse en la boca y en otros orificios naturales (nariz y oreja); los que están deteriorados o con algún defecto en su construcción (lo que puede dar lugar a cortes y pinchazos), y por ultimo los que transfieren energía (dando lugar a quemaduras y hasta electrocución)", explica el doctor Mateu.
Un momento de especial importancia es cuando el niño alcanza la adolescencia abandonando los juguetes clásicos para incorporar a su mundo lúdico ordenadores y videoconsolas. "Mientras se utilicen con mesura, no más de dos horas al día, no suelen tener ninguna connotación negativa, sino al contrario, pueden ayudar a medir las habilidades del jugador y acrecentar la autoestima del niño. Pero en el momento, en el que el niño o adolescente se desentiende de sus amigos, se desconecta de su familia y se refugia en el mundo de los audiovisuales se puede caer en una adicción a las pantallas. Menores que presentan cierta fragilidad en su personalidad, que son inhibidos, introvertidos e inseguros, pueden llegar a desconectarse del mundo real".
Los pediatras recomiendan colocar siempre los juguetes en lugar seguro (estanterías, dentro de un baúl, contenedor o cesta) evitando que estén por el suelo puesto que el numero de juguetes crece en relación con los meses que van cumpliendo el niño y cada vez se van acumulando más cantidad de ellos. Además, insisten en comprar siempre juguetes apropiados a la edad y capacidad del niño, vigilar siempre al niño cuando juega y no dejar juguetes para niños mayores al alcance de los lactantes ya que pudieran contener piezas con las que podría atragantarse.
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