lunes, 18 de abril de 2011

Se intensifica la búsqueda del montañero desaparecido en Sierra Nevada.

Su hermano pequeño acude diariamente junto a familiares y amigos a rastrear la zona, acompañados por voluntarios de Protección Civil de Monachil.

Los familiares del montañero británico desaparecido tras la avalancha que se produjo el pasado 20 de febrero en Sierra Nevada confían en hallar en breve su cuerpo, toda vez que el buen tiempo está reduciendo el espesor de nieve en el macizo granadino y se han intensificado las tareas de búsqueda por parte de la Guardia Civil y efectivos de Protección Civil de Monachil.


Así lo ha transmitido en declaraciones el portavoz de la familia y hermano pequeño del desaparecido, Manolo Hogbin, que desde el pasado febrero acude diariamente junto a familiares y amigos a la zona del Barranco de San Juan donde desapareció John para rastrear la zona.

"Nos vamos turnando" para que no se haga "tan duro", ha relatado Hogbin, quien se ha congratulado de que se hayan intensificado las tareas de búsqueda de su hermano tras unas semanas en las que el rendimiento había bajado porque el mal tiempo y la gran cantidad de nieve acumulada favorecían nuevos aludes y dificultaban en gran medida localizar el cuerpo.

"Ahora tenemos que estar a la expectativa porque puede aparecer", que "en realidad es lo que necesitamos la familia para descansar un poco", ha añadido.

El montañero es un ciudadano británico de 42 años vecino de la localidad granadina de Zafarraya, donde trabaja de mecánico y lleva viviendo prácticamente toda su vida junto a su familia.

Desapareció el domingo 20 de febrero a consecuencia de un alud registrado en la zona del Barranco de San Juan del Parque Natural de Sierra Nevada que lo arrastró junto a otros dos hombres más con los que estaba haciendo travesía, senderismo en la nieve.

A consecuencia de la avalancha, que se produjo sobre las 13:30 horas, sus acompañantes resultaron heridos leves, aunque lograron salir por su propio pie y se encuentran en buen estado de salud.

Este suceso movilizó a una gran cantidad de efectivos de los Bomberos-Voluntarios y Protección Civil de Monachil, de la Guardia Civil, cuatro perros de la Unidada Canina, a una compañía de 133 militares pertenecientes al II Batallón de Intervención (BIEM) de la Unidad Militar de Emergencias, con sede en Morón de la Frontera (Sevilla), personal de CETURSA y de diversas escuelas de esquí.

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