Más desfibriladores frenarían las 200 muertes súbitas anuales en Granada.
Más de 250 médicos y enfermeras de los servicios de urgencias y unidades de cuidados intensivos de toda Andalucía se dieron cita ayer en el XXXII Congreso organizado por la SAMIUC -Sociedad andaluza de Medicina Intensiva, Urgencias y Coronarias- y por el Hospital de Motril, según informa José R. Villalba en la edición impresa de IDEAL. Uno de los mensajes lanzados por el presidente de esta sociedad, Juan Roca, es la necesidad de dotar a los espacios públicos más concurridos de la provincia de Granada de «desfibriladores», porque «podrían evitar muchas de las muertes súbitas registradas cada año y hacer esta ciudad más cardiosaludable». La estimación de la SAMIUC es de que en Granada se produce una media de 200 muertes súbitas al año.
«Disponemos de extintores de incendios en comunidades de vecinos, cocheras, bares y las muertes por fuego, a nivel nacional, son de 70 por año; y, sin embargo, tenemos 40.000 personas que fallecen del corazón y para evitar este tipo de muertes no hay aparatos disponibles que sí podrían salvar esas vidas», comenta Miguel Ángel Díaz Castellanos, presidente del comité organizador del congreso y director de la unidad de gestión clínica de Cuidados Críticos y Urgencias del Hospital de Motril.
El tiempo juega en contra de la muerte súbita. Por cada minuto que pasa se pierde un 10% de posibilidades de que a esa persona no le queden secuelas o que pueda perder la vida. Estos aparatos semiautomáticos, cuyo coste varía entre los 1.200 y 1.500 euros, son fáciles de manejar y pueden estar disponibles en cualquier sitio. «En el hospital Virgen de las Nieves están en los sitios de paso de cada planta, para que cualquiera los pueda utilizar en caso de necesidad», apunta Roca.
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