David Bisbal las vuelve histéricas

Se apagan las luces y los neones azules provocan la histeria de la plaza de toros de Atarfe. ¿O quizá no fueron las luces?. Con pantalones caídos y chaleco vaquero apareció Bisbal al comienzo de su concierto. 'Sin mirar atrás' volvió loco al público. Y tras 'Esclavo de sus besos', el saludo. «¡Buenas noches Atarfe! ¡Que arte niño y que belleza de plaza de toros!»


A las fans les iba a dar algo. «Se me ha quitao hasta el calor», gritó David a su mujer. Pero no Bisbal sino González, un jerezano al que su mujer había traído a Granada porque no quería perderse al de los rizos.

Canción tras canción, cada tema parecía ser el más esperado. Se las sabían todas. María Belén, de 17 años, conocía cada palabra de cada canción y es que es una admiradora de Bisbal desde que estaba en 'Operación Triunfo' y ella era sólo una niña.

Llega el turno del 'Oye el boom' y a David le sobra hasta la ropa. Se deshace de su chaqueta y la euforia se apodera del ruedo. ¡Torero!, gritan al unísono. El ambiente está más que caldeado y las del club de fans de Almería, que siguen a Bisbal por donde quiera que vaya, se hacen notar. Seguramente, hoy sus gargantas irritadas se estarán lamentando.

Y en mitad del concierto cae del cielo una peluca rubia con rizos. Va pasándose por el público del ruedo hasta caer en las manos del jerezano David, quien intenta llamar la atención de su mujer con su nuevo pelo, pero es imposible. Ella está extasiada con el que en el año 2006 ocupaba la séptima posición de los latinos más sexys del mundo.

Veinticuatro horas de espera

Las fans más precavidas pasaron la noche en las inmediaciones del Coliseo Ciudad de Atarfe. Tenían miedo de no coger un buen sitio.

Otras llegaron sobre las 8 de la mañana y a las cuatro de la tarde las inmediaciones de la plaza de toros estaban repletas de fans, en su mayoría jovencitas, que esperaban a que la eterna y calurosa tarde se esfumara.

«Parece que nunca van a dar las 10», se quejaba angustiada la que asegura ser la fan número uno del cantante.

Lo peor de la tarde, el calor. Y aunque Protección Civil regó a manguerazos a quienes esperaban para entrar al ruedo bajo el sol, tuvieron que atender algunos desvanecimientos durante la espera.

Debido al concierto de David Bisbal, Protección Civil contó, en la noche de ayer, con su mayor número de agentes. Treinta y cinco personas fueron las encargadas de que no hubiera nada grave que lamentar. Sólo pequeñas lipotimias debidas al intenso calor que también hizo durante el concierto.

María, con 18 años, fue una de las que tuvieron que ser atendidas por un pequeño mareo, pero a los cinco minutos ya estaba otra vez pegando saltos y haciendo palmas al ritmo de la música que entonaba su ídolo.

«Es un crack, una estrella», afirmaba Lola, de 50 años, para quien la larga espera había merecido la pena.