lunes, 5 de julio de 2010

Jazz en el Lago, siempre el primero del verano


Dicen que el verano llega el 21 de junio, pero para los amigos de la buena la música el verano comienza con las actuaciones de Jazz en el Lago, el primero siempre del calendario de certámenes estivales.

Ayuda a que su convocatoria sea un éxito las bondades del entorno en que se realiza, la impagable temperatura, el mimo con que se trata a la música: excelente sonido, realización de vídeo en vivo. y, también, señalemos, la nutritiva parrilla. Aunque este año, por la tijera, hay más césped que 'butacas' y semejante buenrrollismo juvenil de pie o tumbado a partir del cierta edad sea algo incómodo.

En la primera de las noches del festival pudimos asistir al desembarco del saxofonista Agustín Sánchez como cabeza de serie; tiempo ha que merecía ese estatus aunque la falta de oportunidades dilataba la espera. A su lado Jaime Martínez y Juan Massana en la sección de ritmo, este último abrazando -y con gusto- la madera del contrabajo en vez de su habitual eléctrico, y el 'el petaca', José María Pedraza en los pianos acústicos y eléctricos para la parte mas 'setenta', por cierto un músico que se está empezando a hacer imprescindible por aquí. Como invitado, pero nada de honor sino arrimando el hombro como uno más, estuvo el británico Andy Peacock, contrapunto a los elegantes y sensatos saxos de Sánchez, y del que nos quedamos con las ganas de verle desenfundar la trompeta, optando por el fluido trombón todo el rato. Bop, hardbop, funk, blues, el quinteto no parece tener límite ni tapón, aunque usando un símil del momento, mejor en el 'segundo tiempo' cuando están calientes, cosas del fútbol.

Emotivo Baker
La noche la cerró un gustoso Ronald Baker, trompetista emotivo y cantante dicharachero, que llegó a Atarfe con algunos viejos conocidos del festival (y de Scott Hamilton): el rotundo pianista Gerard Nieto y el imaginativo Ignasi González al contrabajo. Ahora han cambiado al veterano tenorista por un joven exultante y todoterreno (está haciendo cosas con Antonio Hart, le pega, son gemelos); romántico y templado en su fraseo, muta en juguetón y comunicativo -más Benson que Jarrea- como vocalista. Se esforzó por llegar y gustar, y lo consiguió a pesar de ser las dos de la madrugada y amenazar tormenta, que descargó en lo que debieran haber sido los bises.

Anoche, el festival tenía programada la presencia de los 'all stars' de Alfons Enjuanes, la actuación de la Big Band de Atarfe y la entrega de premios al programa 'El Cantor del jazz' y la sala Organ Jazz
ideal granada

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