La Liga EBA es la cuarta categoría nacional del baloncesto español y, aunque su teórico propósito es formar a los jugadores más jóvenes, esto no se cumple en la realidad. Pocos de los 88 equipos que conformarán esta competición el año que viene tendrán ese objetivo didáctico en mente y muchos serán los que articulen sus plantillas en torno a veteranos con un ilustre currículo. Si a esa desvirtuación del ideario se le añaden los desproporcionados requisitos económicos que exige la Federación Española de Baloncesto, el resultado es que cada vez menos clubes se atreven a inscribirse en ella.
Hace unos años se produjo un 'boom' en el deporte de la canasta. Ante la enorme demanda de ciudades que querían tener un equipo profesional, la Federación optó por crear una división más, la LEB Bronce, justo por encima de la EBA. Sin embargo, la crisis ha provocado recientemente justo el efecto contrario y se volvió al formato de sólo dos LEB (Oro y Plata). La mayoría de los clubes se apoyaban en empresas inmobiliarias o en ayuntamientos, dos pilares que ya no pueden seguir colaborando con el baloncesto en una división en la que la repercusión mediática es nula.
A pesar de la reducción de equipos, la FEB no ha reaccionado allanando los requisitos para disputar sus competiciones -exige un aval de 25.000 euros, más lo que se gaste en jugadores y desplazamientos-. Esto ha hecho que se siga mermando aún más la cantidad de clubes participantes y que la Federación termine completando los grupos a base de invitaciones. La provincia de Granada, por ejemplo, tenía la campaña pasada tres conjuntos en el grupo D de la Liga EBA (Atarfe, Guadix y CB Granada), pero para la próxima temporada es posible que tan sólo haya un representante de nuestra tierra.
El conjunto atarfeño, que hace poco cambió su patrocinador de Gam a Molino y Vueltas, tiene claro que no saldrá en EBA y actualmente se está planteando si inscribirse o no en Primera Nacional, la siguiente división conforme se baja en la pirámide. Los problemas económicos de la entidad, que ha provocado que existan cantidades pendientes con la plantilla de las dos últimas temporadas, ha desaconsejado repetir participación en la cuarta categoría del baloncesto patrio. Y más después de que la principal valedora del club, la concejala de Deportes Yolanda Fernández, haya expresado su decisión de desligarse un poco del CB Atarfe.
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