Primera operación de cerebro con el enfermo despierto
RAFA LÓPEZ
ideal granada
Lo más duro para Pepe Palma fue lo del Winston. Hasta hace poco fumaba una cajetilla diaria de rubio, pero cuando se supo que los cirujanos iban a trastear en las interioridades de su cerebro tuvo que dejarlo, pues tabaco y neurocirugía son términos contradictorios. Optó por la neurocirugía, aunque todavía echa de menos ese pitillo tan agradecido. Pepe actuó con un par. Cuando los médicos le hablaron de la posibilidad de operarlo manteniéndolo a él bien despierto durante la intervención, no lo dudó, incluso sabiendo que era la primera vez que esto se hacía en Granada. Pepe es parco en palabras, pero no en valentía. El resultado es que ahora es más feliz.
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