Los inspectores del Distrito Sanitario Metropolitano de Granada han inspeccionado 290 piscinas públicas y de uso colectivo (comunidades de vecinos de más de 20 viviendas, restaurantes, hoteles…), ubicadas en algunos de los 78 municipios y entidades locales autónomas. Los técnicos de Salud se encargan de inspeccionar cada año las piscinas de uso colectivo para comprobar su estado higiénico-sanitario y la calidad de sus aguas, además de que en ellas se cumpla la normativa establecida para que puedan estar abiertas al público. Con ello se garantiza la seguridad de los usuarios cuando acudan a estas instalaciones dado que el uso de las piscinas puede entrañar un potencial riesgo para la salud pública, cuando no reúnen unas características y condiciones higiénico-sanitarias adecuadas, la calidad del agua de los vasos no es correcta para el baño o el tratamiento del agua es deficitario.
El mayor porcentaje de estas instalaciones (66%) corresponde a urbanizaciones, seguidas en menor porcentaje de las piscinas públicas (13%), las de hoteles y alojamientos (9%), sociedades y clubs (3%), campamentos de turismo (3%), restaurantes y ventas (3%), parques acuáticos (0,3%) y gimnasios (0,6%).
Por municipios, el mayor número de piscinas se contabiliza en Las Gabias (33), la mayoría ubicada en urbanizaciones. Le siguen los Ogíjares (25), Cenes de la Vega (19), La Zubia (19), Albolote (18), Alhendín (13), Monachil (13), Armilla (12), Atarfe (12), Maracena (10), Loja (9), Gójar (8), Huétor Vega(7) y Cájar (6).
Durante el pasado año 2010, el 15% de las piscinas inspeccionadas presentaron deficiencias de carácter leve que fueron subsanadas en un breve espacio de tiempo a instancias de la inspección. Las deficiencias detectadas más frecuentes suelen ser disponer de un número insuficiente de flotadores, libro de registro mal cumplimentado, pendientes del fondo mal señalizadas o no cumplir correctamente el ciclo de depuración, entre otras.
Precauciones
Para evitar accidentes es recomendable respetar las normas, bañarse en zonas vigiladas por socorristas, que los menores se bañen siempre acompañados y que usen chaleco salvavidas si no saben nadar. A la hora del baño, es aconsejable evitar los riesgos que representan las zambullidas. Los expertos recomiendan sencillos consejos que minimizan este peligro, como no lanzarse al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad o desde una altura elevada o donde puedan existir obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas.
Si se produce un accidente, y ante la necesidad de traslado, hay que inmovilizar el cuello del herido, evitar mover la columna y avisar a un profesional para que acompañe al accidentado, evitando los vehículos particulares.
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