GRANADA HOY
Una mala educación, el exceso de grasas o llevar una vida sedentaria delante del televisor o la consola contribuyen a reforzar el problema del sobrepeso entre los niños.
La obesidad y el sobrepeso se han convertido en una nueva epidemia en este siglo. De hecho, las autoridades sanitarias llevan años investigando las causas y definiendo el problema. Es fácil averiguar cuándo los hijos tienen unos cuántos kilos de más porque se ven a simple vista, pero ¿padecen sobrepeso? ¿están obesos? El catedrático de Pediatría de la Facultad de Medicina y Director de la Unidad de Gestión Clínica de Pediatría del Hospital Clínico San Cecilio de Granada, Antonio Muñoz, recuerda que son muchos los estudios que hablan de obesidad infantil. Pero hasta ahora ninguno había concretado una metodología que permitiera determinar qué se entendía por obesidad y sobrepeso como hace el informe Aladino, presentado por el Ministerio de Sanidad el pasado 4 de julio.
"Los resultados son alarmantes y lo más llamativo es que España ocupa el cuarto lugar de Europa en obesidad infantil y sobrepeso", añade. Según el estudio, el 45% de los niños españoles de entre 6 y 9 años tienen "exceso de peso". En el caso del sobrepeso, los afectados son el 26,1% de los menores mientras que la obesidad baja al 19,1%. El 54% tiene peso normal y un 0,7%, delgadez.
Pero no es el única investigación que pone en alerta a todo el colectivo sanitario, ya que el Plan Integral de Obesidad Infantil de Andalucía 2007-2012 sitúa a la comunidad en la cuarta posición de toda España en obesidad infantil. De hecho, indica que el 20% de los niños andaluces padecen esta dolencia. "Granada no difiere sustancialmente de nuestro ámbito comunitario y se encuentra en una situación preocupante igual que el resto de la comunidades autónomas", afirma.
Extrapolando los datos del informe Aladino a la población de Granada, los resultados son llamativos. En la provincia hay 38.690 niños entre 6 y 9 años según datos actualizados a 1 de julio de 2011 por el Instituto Nacional de Estadística. Haciendo el cálculo resulta que más de 17.000 menores granadinos tienen exceso de peso; unos 10.000 sobrepeso y 7.000, obesidad.
El exceso de peso en los niños llega a su culmen cuando entran a formar parte del rango de personas obesas. Muñoz hace especial hincapié en las diferencias entre ambas categorías. Para valorar la obesidad se han seguido muchos métodos heterogéneos, pero el informe Aladino ha definido claramente que el sobrepeso indica que el pequeño tiene un exceso de kilos que para su edad y sexo están por encima de la media una desviación estándar de su Índice de Masa Corporal. Los niños obesos están por encima de la media dos desviaciones estándar, de modo que lo que se extrae de esta aclaración es que no hay un peso concreto que determine quién padece sobrepeso u obesidad y quién no, sino que depende de la talla y el peso de cada menor.
Pero, ¿dónde arranca el problema? Según el doctor Muñoz, el estilo de vida ha cambiado y también los hábitos nutricionales, aunque existen múltiples factores que inciden en esta problemática. En 1988 se realizó un estudio nacional sobre obesidad infantil denominado Paidos que situaba el porcentaje de niños afectados por obesidad aproximadamente en un 5%. Una cifra que en palabras de Muñoz se ha ido incrementando hasta que en el año 2000 el estudio Enkid cifraba en un 30% los niños con exceso de peso. En la actualidad, el estudio Aladino corrobora que en la última década se ha estabilizado esta tendencia.
Las preguntas que hay que formular ahora son: ¿qué factores pueden provocar obesidad? Y una vez que se tenga claro el origen, ¿cómo prevenirla? En palabras de Muñoz es un problema multifactorial donde influye la nutrición, el componente psicológico, la actividad física y la educación, por lo que hay que tratarla de forma conjunta. "La formación en educación para la salud es fundamental. La escuela es un elemento clave y además hay que proponer hábitos nutricionales correctos, como el prototipo de dieta mediterránea" afirma. Seguir una dieta adecuada es muy importante, por lo que se recomiendan "unos principios nutricionales adecuados, comer productos de la tierra y una dieta equilibrada en la que se consuman lácteos y se eviten las grasas saturadas".
"Es importante que se tome conciencia de la obesidad como un tema de salud pública prioritario, no por lo que genera en la actualidad sino por el futuro del niño", matizó. Por ello, es de especial relevancia que se conozcan las patologías que pueden llevar asociadas. Los kilos de más, si no se abandonan en la edad adulta, pueden acarrear "diabetes, enfermedades cardiovasculares, dificultades a nivel de aparato locomotor, trastornos psicológicos o incluso cáncer", afirma el catedrático.
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