El tabaco de liar, cuyo consumo ha aumentado en un 80% en el último año
en España, es tan adictivo como el que se vende en cajetillas, advirtió
ayer la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
Esta sociedad recuerda, en un comunicado, que el tabaco de liar se
promociona en épocas de crisis, al ser más económico que el
manufacturado, y cuando se ponen en marcha leyes antitabaco, con el
argumento de que es menos nocivo y adictivo.
Un análisis sobre
este tipo de tabaco concluye que presenta niveles más altos de
aditivos, tasas estables de carcinógenos, alquitrán, monóxido de
carbono y nicotina. "Por lo tanto, son al menos tan dañinos para la
salud como el tabaco manufacturado", señala el doctor José Ignacio de
Granda, coautor del análisis.
El tabaco de liar es más
utilizado por hombres jóvenes, con menos recursos económicos, casados o
con pareja y con menor nivel educacional. Estos fumadores, según la
Separ, presentan mayor dependencia a la nicotina, tienen menor
motivación para dejar de fumar y creen que el tabaco de liar es menos
dañino.
Los autores del análisis consideran que el auge del
tabaco de liar no se basa en una moda sino en estrategias de venta con
las que no se quiere perder mercado manteniendo así el debate sobre su
efecto dañino y evitando que los fumadores dejen el consumo al ofrecer
un tabaco más barato.
"El problema es que de este modo se
acerca el tabaco a los más jóvenes y sirve de refugio a las personas
que por motivos económicos estarían pensando en dejarlo", según el
doctor Carlos Jiménez, actual coordinador del Area de Tabaquismo de
Separ.
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