Francisco González Vargas, Jefe de Sección de Neumología del hospital Virgen de las Nieves de Granada, nos cuenta en qué consiste esta enfermedad respiratoria y cuáles son las formas más eficaces de tratarla.
¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad respiratoria muy frecuente que afecta a las vías aéreas, fundamentalmente a los bronquios, lo que conduce a su estrechamiento, produciendo los síntomas clásicos como son la tos, la disnea o sensación de ahogo, la opresión en el pecho y los pitidos o ruidos en el pecho. La base de esta obstrucción respiratoria es la inflamación de la vía aérea por distintas causas que debemos intentar desentrañar y que varían en cada paciente. Afortunadamente hoy contamos con medicamentos muy eficaces y seguros que hacen que el asma se pueda controlar muy eficazmente en la mayoría de los casos si el paciente cumple correctamente las indicaciones de su médico y este es el mensaje más importante que quiero transmitir.
¿Cuáles son las causas más frecuentes del asma?
Su causa esencial no es conocida. Sabemos que es necesaria una predisposición genética y que hay que tener contacto con sustancias desencadenantes capaces de desencadenar la inflamación de los bronquios. Las más conocidas son los pólenes, los ácaros del polvo, los epitelios de animales y algunas sustancias relacionadas con la ocupación como ocurre en panaderos, peluquería, pintura, etc. Una vez desencadenada la inflamación asmática numerosos factores desencadenantes producirán el estrechamiento de los bronquios. Entre estos factores destacan los catarros o infecciones respiratorias, el humo de tabaco, los olores fuertes, la contaminación atmosférica, etc.
Dado que no conocemos la causa última del asma, es un proceso crónico que en la mayoría de los casos no se cura definitivamente, pero sí se puede controlar de forma muy eficaz para que el enfermo viva sin estar condicionado por los síntomas del asma.
La inflamación a la que nos hemos referido produce un estrechamiento en las vías aéreas y ese estrechamiento, acompañado de hipersecreción de moco, conduce a la tos, la sensación de opresión en el pecho, a la disnea y también a las sibilancias (ruidos de pecho o "pitos"), que son los ruidos que normalmente percibe el paciente o los familiares, o bien el médico detecta en el reconocimiento.
Uno de los aspectos importantes de estos síntomas es que varían. Es frecuente que una persona con asma pase toda su jornada perfectamente y que, en un determinado momento, por alguna causa, presente los síntomas. Un resfriado, la inhalación de humos, olores, a veces las propias emociones... hay muchos factores que desencadenan asma cuando los bronquios están inflamados. Una características frecuente es que los síntomas empeoren por la noche dificultando el sueño en ocasiones.
La intensidad del asma varía mucho de una persona a otra e incluso en el mismo paciente a lo largo del tiempo. Las crisis son asimismo muy variables en su intensidad, desde la que cede por sí sola o con un inhalador de alivio rápidamente hasta crisis muy severas. Podemos entender como crisis grave de asma aquellos episodios con síntomas intensos, persistentes y que responden sólo parcialmente al tratamiento y que se prolonga a lo largo del tiempo, pudiendo llegar incluso en casos extremos a poner en riesgo la vida del paciente que debe buscar ayuda médica antes de llegar a esta situación.
¿Por qué ha aumentado el asma en los últimos años, en los niños y en la población en general?
El asma siempre ha sido una enfermedad muy frecuente. Los estudios epidemiológicos se realizan cada vez con más frecuencia y cada vez están mejor hechos, por lo que, aunque la sensación es de que hay cada vez más asma, lo que sí sabemos es que hay mucho asma.
Aproximadamente, en nuestro país (es más frecuente en los países industrializados) el 5 % de la población adulta padece asma y en niños es aún más frecuente. Un 8 o un 10 % de la población infantil lo padece en algún momento de su vida. No es igual en todos los lugares, en algunas zonas menos industrializadas el porcentaje es menor, puesto que el tráfico, la contaminación y otros factores ligados a este tipo de sociedad tienen influencia.
¿En qué medida influye la contaminación ambiental en el asma?
La contaminación ambiental influye pero, desde luego, no es el único factor ni el más importante. Sin embargo, es cierto que se produce un aumento en la severidad de los síntomas en lugares con más contaminación ambiental, sobre todo en determinadas épocas en las que esta alcanza niveles muy elevados, asociandose a un mayor número de asistencias médicas por asma.
¿Qué relación hay entre asma y alergia?
La alergia es uno de los factores que conocemos que pueden producir asma. Las personas atópicas o alérgicas, que están sensibilizadas al polen, al polvo o a un animal por ejemplo, producen unos anticuerpos especiales de tipo IgE (Inmunoglobulina E), frente a determinadas sustancias alergénicas capaces de sensibilizar al paciente. Sin ambargo debe recordarse hay muchas personas que son alérgicas y que no son asmáticas y tambien es frecuente, sobre todo en el asma que se inicia en la edad adulta, que no tienen ningún tipo de alergia.
¿Cómo afecta el tabaquismo a las personas asmáticas?
Imaginemos a una persona que padece asma, tiene antecedentes genéticos y también tiene alergia. Si esa persona no fumara tendría menos posibilidades de ser asmática. Si fuma es más probablemente que desarrolle en algún momento de su vida la enfermedad del asma. Además, si una persona diagnosticada de asma fuma, los síntomas aumentan considerablemente y la respuesta al tratamiento será peor.
Un factor muy importante es el entorno. Hay personas no fumadoras y asmáticas que se ven afectadas si se fuma en su entorno, como ocurría antes de la ley antitabaco. Convivir con una pareja que fuma o un ambiente de trabajo en el que se fuma es muy nocivo para los asmáticos.
¿El asma es hereditario?
Existen muchos casos de pacientes asmáticos que tienen antecedentes familiares. Si una persona tiene familiares con esta patología, debería evitar los ambientes nocivos y alejarse de los factores que pueden producir asma. Durante mucho tiempo se ha hablado de que la lactancia materna protege de algunas enfermedades y, entre ellas, se encuentra el asma. Para evitar que un niño con antecedentes familiares sufra asma, es importante mantenerlo en un ambiente poco alergizado (evitar moquetas, peluches, etc.)
Las personas que tienen asma desarrollan un cambio de respuesta ante las agresiones inmunes. La respuesta más habitual es la mediada por linfocitos TH1, que ocurre fundamentalmente frente a las infecciones. En las sociedades occidentales, las infecciones son menos frecuentes en la infancia, ya que disponemos de vacunas, tratamos con antibióticos, etc. Sin duda esto ha tenido efectos magníficos en supervivencia y estado de salud pero se produce una mayor frecuencia de una respuesta inmune diferente que es la TH2, mediada por otro tipo de linfocitos que favorecen la aparición de asma y de enfermedades alérgicas. Esta teoría se ha denominado "Teoría de la higiene" para explicar la mayor frecuencia de estas enfermedades y aunque es solo una teoría y solo explica una parte del problema tiene verosimilitud.
¿Qué tratamiento necesitan los pacientes que padecen asma?
Una buena parte de las personas que padecen asma, lo desconocen. Afortunadamente sólo una pequeña parte de la población padece un asma severa y muchas personas con formas leves no son diagnosticadas o el diagnóstico se retrasa mucho porque los síntomas son leves y pasajeros y cuando lo vemos está bien y las pruebas son normales.
Lo primero será hacer un buen diagnóstico, no solo de la existencia de asma sino que hay que determinar si el paciente tiene asma intermitente o persistente. Si es persistente, hay que determinar si es leve, moderado o severo y, por último y no menos importante, conocer cuáles son los factores que influyen en cada persona. Si existe alguna alergia, si fuma, que ocupación tiene, etc.
En función de la severidad del asma, se indica al paciente un tratamiento con medicamentos para controlar la enfermedad. Con frecuencia se produce una gran mejoría y es muy importante destacar que el paciente nunca debe abandonar el tratamiento por iniciativa propia, aunque considere que se encuentra mucho mejor, porque probablemente empeorará posiblemente volverá a sufrir nuevas crisis. Si el paciente mejora y el control es excelente su médico le indicará como reducir el tratamiento, pero nunca dejarlo bruscamente.
¿El asma es crónico?
El asma se considera una enfermedad crónica y esto forma incluso parte de la definición actual de asma y ha sido muy importante para entender la enfermedad y como debemos tratarla. En algunas personas, el asma puede llegar a desaparecer si la persona que lo padece ha aplicado adecuadamente el tratamiento y ha controlado los factores que le influían negativamente.
En estos casos el tratamiento se puede reducir lentamente e incluso bajo consejo médico suspender en algunos casos. Al pasar un tiempo, el paciente puede seguir sin tener síntomas, pero si las condiciones que le provocaron el asma vuelven a darse en su entorno, lo más probable es que los síntomas también vuelvan. En este sentido, aunque el asma pueda desaparecer en un paciente, la condición asmática siempre va a estar presente.
¿Qué medicamentos son los más eficaces?
Los medicamentos para el asma son altamente eficaces hoy en día. En el asma y en la mayoría de las enfermedades respiratorias, el tratamiento consiste en la administrar la medicación mediante un inhalador. La eficacia es extraordinaria, ya que las dosis son muy pequeñas y se dirige directamente al pulmón, sin pasar por la sangre, como ocurre con los medicamentos por vía oral. Sin embargo, para que funcione correctamente, el tratamiento tiene que ser bien aplicado, con una técnica inhalatoria correcta en la que el paciente debe ser adiestrado.
Al tratarse de una inflamación, el medicamento más adecuado es un antiinflamatorio, en este caso lo más eficaz y ampliamente usado es un corticoide inhalado. Por esta vía inhalada las dosis necesarias son muy pequeñas y con una correcta aplicación son muy seguros y eficaces.
A veces los pacientes por temor a los corticoides inhalados los abandonan y sufren una crisis grave que obliga a ir a urgencias y en su tratamiento han de aplicarse dosis altas y por vía inyectada o por boca, recibiendo en unos pocos días la que precisan para tratar su enfermedad con un inhalador en un año en un año entero y además con un buen control y sin riesgo de efectos secundarios significativos. Nunca se deben abandonar esta medicación inhalada por propia iniciativa.
Otro tipo de medicamentos antiinflamatorios, en este caso de administración por vía oral, son los antileucotrienos, que son tambien una medicadión muy eficaz y segura, pero normalmente son tratamientos complementarios, en pacientes con asma moderado o severo, y en pacientes que asocian síntomas de rinitis alérgica asociada al asma. El más usado es el Montelukast.
Existe otro tipo de medicamentos, que son los broncodilatadores. Pueden ser de acción rápida para el alivio del paciente cuando presenta síntomas súbitos, o bien de acción prolongada para los pacientes con asma persistente, que suelen ir asociados a los corticoides, incluso en el mismo dispositivo. Todo paciente asmático que use broncodilatadores de acción prolongada debe tener asimismo tratamiento con un corticoide inhalado, pues lo fundamental en el asma es la inflamación y el tratamiento por tanto debe incluir un antiinflamatorio necesariamente y no solo broncodilatadores. El paciente debe ser aleccionado en este sentido porque ha sido frecuente que abandonaran el antiinflamatorio cuyos efectos son a largo plazo y usaran solo el broncodilatador con el que perciben el alivio rápido. Esta forma de actuar es muy peligrosa.
¿Puede el asma desencadenar en otras enfermedades?
Dependiendo de su severidad, si el asma no se trata adecuadamente, la inflamación se cronifica y va produciendo un daño en la estructura de la pared bronquial, lo que se conoce como remodelado bronquial. Si el paciente no controla los factores que desencadenan la inflamación asmática y no se aplica la medicación, la inflamación se convierte en una especie de cicatriz, va produciéndose una bronquiolitis que va cicatrizando y se convierte en crónica y al final deja de ser reversible.
El asma es esencialmente reversible, pero en las formas persistentes, para que siga siéndolo a largo plazo, el paciente tiene que seguir tres pautas de actuación: controlar los factores desencadenantes, cumplir el tratamiento que se le indica y aplicarlo correctamente, con una buena técnica inhalatoria.
En casos excepcionales, algunos pacientes con asma muy grave y evolucionado, generalmente con asma remodelado o que padecenotras enfermedades respiratorias asociadas , llegan a presentar una insuficiencia respiratoria y requieren tratamiento crónico domiciliario. En estos casos así como en enfermedad obstructiva grave, generalmente con asma asociado a EPOC en pacientes que han sido fumadores, los pacientes pueden requerir tratamiento con aerosoles en domicilio. Oximesa ofrece un servicio esencial para estos casos: la aerosolterapia. Este tratamiento permite lograr altas concentraciones en las vías aéreas de fármacos específicos, permitiendo el alivio de la disnea sin que éstos produzcan efectos secundarios en el resto del organismo.
Oximesa suministra equipos de Aerosolterapia en el domicilio de los pacientes. Después de obtener la prescripción médica, el paciente contacta con Oximesa para que instale el aparato en su domicilio. El servicio es muy eficaz y en menos de 24 horas, el personal de Oximesa se desplaza hasta la casa del enfermo dejando el material indicado por el médico listo para funcionar, instruyendo al paciente en la forma de adminstración.
1 comentario:
CONTAMINACION Y ASMA. LEED TODO EL ARTICULO Y SACAD CONCLUSIONES. AIRE CONTAMINAAAAAAADOOOOOOOOO...
MAS VISITAS AL MEDICO.....
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