Los viajes, el clima, los cambios alimenticios pueden propiciar situaciones que ponen en riesgo a las personas alérgicas. Unos consejos pueden ayudar a prevenir problemas
Los alérgicos deben estar alertas para que evitar reacciones negativas cuando se exponen a productos químicos, radiación solar, plantas o alimentos nuevos o precocinados que estropeen sus vacaciones. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha preparado este decálogo:
1. Viajar siempre con la medicación recomendada por sus alergólogos. Consultar al especialista por si requiere tratamientos preventivos o “medicación de rescate”, como antihistamínicos o broncodilatadores.
2. No transportar vacunas antialérgicas si se viaja por un corto periodo. En caso de hacerlo, prevenir que impidan llevarlo en la cabina del avión pidiendo informe médico que permita llevarlo como equipaje de mano. En caso de viajar en automóvil, no exponerlo a la luz del sol.
3. Al comer más frecuentemente fuera de casa, el riesgo a una reacción alérgica por alimentos se incrementa. Se debe vigilar lo que se ingerirá leyendo detenidamente los ingredientes. El etiquetado debe señalar si contiene leche, frutos secos, trozos de frutas como melón, kiwi y melocotón, mariscos. Preguntar al cocinero en caso de duda.
4. Cuidado con las frutas de temporada, porque cerezas, melocotón o paraguaya pueden causar urticaria al contacto con la piel de la fruta en las manos y los labios. Además de inflamación y picor en la boca, los labios y la garganta al comerlas, pueden causar un shock anafiláctico. Melón y sandía pueden producir síntomas en la boca en pacientes alérgicos a pólenes.
5. Extremar la precaución ante la presencia de avispas y abejas cuando se está al aire libre y comidas en el campo. No vestir con colores llamativos ni estampados ni perfumarse, pues atraen a los bichos.
Otros animales también provocan reacción alérgica que ataca a los ojos y las vías respiratorias en forma de rinoconjuntivitis y asma alérgicos, como caballos, ovejas, cabras, sobre todo gatos o perros
6. No abusar de la piscina pues empeora la dermatitis atópica, particularmente en niños, debido al baño prolongado y al cloro. Preferir el agua salada a la clorada. Los baños en el mar mejoran las pieles atópicas.
7. Estar alerta ante la reacción de un tatuaje temporal, pues la henna natural se enriquece con un producto de fuerte concentración que permite fijar mejor el tatuaje, la parafenilendiamina, y puede causar dermatitis y alergia.
8. Llevar la medicación para combatir los síntomas de rinoconjuntivitis y asma polínicas si se viaja al norte, porque la polinización de las gramíneas se prolonga más semanas cuanto más al norte viajemos. Están en activo un par de pólenes más: salsola en algunas zonas de Castilla La Mancha, Aragón o Murcia, y parietaria en Levante.
9. Si tiene hijos alérgicos, buscar “campamentos seguros”, que se especializan en atender a niños asmáticos, en los que aprenden a convivir con la enfermedad a la vez que se divierten y pasan unos días en la naturaleza.
10. Prevenir la aparición de ácaros, responsables de la alergia al polvo doméstico, muy abundantes en regiones costeras. Limpiar bien una casa que lleva tiempo sin ser habitada. Lo ideal es hacerlo de manera anticipada a la llegada del paciente alérgico.
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