Atrapada en coma en Inglaterra sin poder volver a Granada

IDEAL GRANADA

La familia de una estudiante que lleva mes y medio hospitalizada no logra que sea repatriada ni tiene recursos para hacerlo

La madre, vecina de Atarfe, se ha desplazado a Romford y vive acogida en una iglesia mientras reúne los 20.000 euros que necesita para traer a su hija

Marina Martínez, estudiante granadina y vecina de Atarfe, se encuentra en coma en un hospital británico desde el pasado 22 de marzo, cuando se derrumbó la habitación que tiene alquilada en una ciudad a 90 kilómetros de Londres. Su madre, que se ha desplazado para cuidarla, vive acogida en una iglesia. GRANADA. Marina Rodríguez llevaba varios días aquejada de fuertes dolores de cabeza. Nada fuera de lo normal. Desde que el 28 de diciembre de 2002 salió despedida junto a su hermano en una atracción de Juveándalus –aquel suceso que dio la vuelta por los medios nacionales–, la joven padecía cefaleas que combatía con analgésicos cómo podía. Pero en esta ocasión era algo mucho peor que una simple jaqueca.
El 22 de marzo, a las cinco de la mañana, Mariana se derrumbó en la habitación que tiene alquilada en un piso de Colchester, a unos 90 kilómetros de Londres. Tuvo la energía suficientefici para arrastrarse y gogolpear el dormitorio más ce cercano. La trasladaro ron n al hospital de Romfo Romford y allí permanece en ccoma desde entonces.
Ha ppasado mes y medi dio, o, pepero la familia de Marina no tiene dinero para traerla hasta Granada. Además, su madre ha tenido que desplazarse a Inglaterra porque los gastos de los cuidadores en el hospital no están cubiertos. Necesita 20.000 euros. No tenía ninguna póliza extra y la tarjeta sanitaria no cubre su traslado.
Esperanza
«Ha movido un pie y una mano, pero esto puede significar mucho o nada. Depende de cada persona y cada caso, pues hay enfermos que reaccionan y otros no y, en este caso, existen daños graves», relataba ayer por teléfono Trinidad Rodríguez, la madre coraje.

Nada más saber lo que había sucedido a su hija, Trinidad –divorciada, en paro y sin hablar inglés– cogió un avión en Málaga y se fue con un sobrino a Inglaterra casi con lo puesto. El dinero que llevaba lo gastó pronto y desde entonces vive acogida en una iglesia y de la ayuda que le ofrecen los amigos de su hija.
Marina apenas levaba medio año en Inglaterra, hasta donde había marchado para buscarse un futuro con una especie de beca que le permitía trabajar dando clases de español y completar sus estudios de Traducción en el instituto de Colchester. Antes había estado con una ‘erasmus’ en Grecia durante un año. Al regresar a Atarfe le salió una oportunidad como auxiliar de conversación y no se lo pensó.
Su caso ha salido en la prensa local inglesa, que se ha hecho eco de los numerosos mensajes de apoyo de sus compañeros. «Marina es una chica encantadora. Iba en bicicleta a todas partes y estaba en forma y con aspecto saludable. Se había quejado antes de dolores de cabeza pero pensábamos que era porque estaba estudiando demasiado», comenta la mujer con la que vivía en el ‘Daily Gazette’.
Su hija, compañera de Marina, no ha logrado asimilar la situación de su amiga. Desde que el 22 de marzo se produjo el derrame cerebral, le han operado dos veces de la cabeza, le han practicado una traqueotomía y colocado un dispositivo para que el alimento le llegue directamente al estómago.
Mientras tanto, en Atarfe, sus vecinos recaudan fondos para poder traerse a Marina. Han organizado una paella solidaria y han cedido un premio de 300 euros del Día de la Cruz. En la paella han participado los colegios Jiménez Rueda y el Ampa del Colegio Atalaya de Atarfe. Numerosos vecinos han hecho aportaciones en la medida de sus posibilidades, el Colegio Campoamor, personal de la piscina municipal, asociaciones de mujeres y el propio Ayuntamiento de Atarfe.

Marina llevaba cuatro meses en Inglaterra. :: FOTO CEDIDA POR LA FAMILIA