El año pasado por estas fechas, el número de incendios registrados en la provincia eran solo los 7 y este año ya van 66. Voluntarios de Protección Civil ayudarán a Infoca y 112 en la prevención de fuegos en la provincia
Casi no ha llovido, los montes están secos y prenden al mínimo descuido. Por eso, y teniendo en cuenta el papel de los grupos de protección oficial, la Consejería de Medio Ambiente y la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, a través del Infoca y el Servicio de Emergencias del 112, se han unido unieron para llevar a cabo la implantación del plan entre las agrupaciones de Protección Civil en la provincia.
En Granada hay 42 municipios con unos 1.200 voluntarios que cuentan con este tipo de agrupaciones, de los cuales 31 estuvieron presentes en la formación teórica y práctica que se impartió en el municipio alpujarreño de Órgiva, por ser punto cercano a un Centro de Defensa Forestal (Cedefo).
Unas 70 personas que utilizan su tiempo libres para formarse y prestar servicio a la sociedad. Su papel, dentro de la extinción de incendios, son las labores de logística, así como facilitar el trabajo de otros profesionales, por ejemplo, ofreciendo información; labores auxiliares que se suman a las de otros colectivos. «Ellos no abren zanjas, no extinguen, pero refrescan el perímetro de incendio y ayudan a que no se reavive», explicaba Manuel Navajas, jefe de Protección Civil y del 112. «Hay incendios muy grandes que necesitan mucha colaboración en los caminos o en el tema sanitario, donde también pueden ayudar».
Con el objetivo de que supieran actuar dentro del operativo del Infoca, se planteó una parte práctica para la que se trasladaron al Cedefo Sierra Nevada, en el anejo orgiveño de Tablones, prácticamente nuevo y que cuenta con un helicóptero en despacho automático, 11 retenes, 4 vehículos de extinción, una nodriza y un colectivo de 40 agentes de medio ambiente. Con la ventaja de tener el Centro al lado, conocieron el dispositivo de la mano de los profesionales que plantearon un simulacro de incendio real, con viviendas que se pudieran ver afectadas y situación ascendente por topografía. Se les enseñó la utilización de medios terrestres, como el retén o grupo especialista, y aéreo.
Coordinación
Es la unión de las dos consejerías la que logra la coordinación entre todos aquellos actores implicados. «Hay un incendio y es como si fuera una romería. La gente acude allí y quiere meterse dentro», explicaba Lorenzo Blanco, director del Infoca. Por eso quieren que cada uno tenga claro su papel. Fundamental es que la Guardia Civil corte el paso a la zona y que sean los voluntarios de Protección Civil los que se queden, físicamente, para que no pase nadie. «El fuego es complicado y no sabes hacia dónde va a ir. Si hay una desgracia y hay por allí gente que no es profesional del fuego yo puedo acabar en el hotel rejas, porque yo soy el director del incendio y tengo que velar por mi seguridad. Pero también por la tuya», señalaba Blanco.
Por esa seguridad están también implicados en el tema los voluntarios. Es cuestión de conciencia, de tener claro qué se hace y por qué. Como le ocurre a Ascensión Álvarez, voluntaria de Protección Civil de Órgiva, una tapicera que se preocupa por un campo descuidado o la seguridad en general: «Esto es por ganas, si no le pones corazón, no vale de nada. Tiene que gustarte y tener claro que si ves un accidente no puedes dejarlo pasar y que se lo coma el que venga detrás. Eso no es así. Quizá mañana te pase a ti. O puede que me pase a mí. Y podrían dejarme tirada».
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