La subdelegación se interesa por el caso de la joven de Atarfe y tratará de buscar una solución urgente con la familia
La publicación en IDEAL de la historia de Marina, la joven de Atarfe que permanece en coma en un hospital del Reino Unido, ha provocado una ola de solidaridad. El Gobierno quiere intervenir hoy. GRANADA. El caso de Marina ya no es la historia anónima de una joven de Atarfe que lleva mes y medio en coma en un hospital de Inglaterra. Tras la publicación ayer en IDEAL, una ola de solidaridad se extendió hasta llegar a su madre, que aguanta en tierras británicas apoyada por una iglesia y los amigos de su hija.::
A. M. Paella en Atarfe para recaudar fondos con los que ayudar a Marina. Trinidad Rodríguez estaba ayer alegre –dentro de su situación– porque en las últimas horas Marina ha mejorado, reacciona a algunos estímulos y mueve levemente partes de sus cuerpo. Puede incluso que se esté dando cuenta de todo lo que está pasando a su alrededor, aunque la fuerte hemorragia del derrame cerebral que le dio el pasado día 22 de marzo la ha mantenido en estado vegetativo. Los daños internos que presenta pueden ser en algunos casos irremediables, pese a ello los facultativos del Queens Hospital de Romford han comentado a la madre que existe una posibilidad de que pueda recuperarse algo, más de extremidades superiores e inferiores. Hasta podría abrir los ojos, le han dicho.
Su madre sigue en Inglaterra, con la esperanza de poderla trasladar a Granada cuando así lo dictaminen los especialistas de la unidad de lesiones cerebrales del centro hospitalario británico.
El regreso
La madre agradecía ayer la respuesta de asociaciones, amigos y
conocidos para ayudarla a luchar para que una joven española como su
hija pueda regresar a su país de origen cubierta por la Seguridad
Social. Trinidad aclaraba ayer a IDEAL que su hija estaba asalariada, y
pertenece al régimen laboral de la Seguridad Social de Inglaterra, como
cualquier trabajador británico. Su cobertura, según la progenitora, no
solo era la propia de la tarjeta sanitaria europea, sino todo lo que
conlleva ser una empleada con contrato en dos centros educativos de
Inglaterra.
Además, ya llevaba más de cuatro meses cotizando a la Seguridad Social británica como docente de español, por lo que tenía todos los derechos de cualquier trabajador en ese país.
La familia de Marina Rodríguez indicó que el Consulado de España en Londres ha actuado de forma extraordinaria y muy rápidamente. Han sido «mediadores» las Consejerías de Educación, la de Empleo y la Seguridad Social. «Han facilitado y ayudado todo lo que ha estado en su mano». A ellos la familia le planteó la necesidad de que mediasen ante la necesidad del traslado de Marina a España. Hay una variable que puede ayudar a esclarecer el caso, en el que aún no está dicha la última palabra: a la administración británica puede costar más mantener a Marina por un periodo que no se sabe cuánto va a durar que costear su traslado, cifrado en unos 20.000 euros.
Desde Granada, el Subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, reconoció ayer que había tenido noticias del caso a través de IDEAL. «He dado instrucciones para hablar con la familia mañana por la mañana –por hoy– y ver qué tipo de ayuda le podemos prestar desde la Subdelegación», apostilló.
El representante político recalcó que antes de pronunciarse en público quería saber de primera mano si la familia solo necesita dinero –los 20.000 euros que cuesta el traslado de la joven a España–; o precisa trámites administrativos para hacer realidad su petición. «Estamos enteramente a su disposición», dejó claro Pérez, según informa Ángeles Peñalver.
Además, ya llevaba más de cuatro meses cotizando a la Seguridad Social británica como docente de español, por lo que tenía todos los derechos de cualquier trabajador en ese país.
La familia de Marina Rodríguez indicó que el Consulado de España en Londres ha actuado de forma extraordinaria y muy rápidamente. Han sido «mediadores» las Consejerías de Educación, la de Empleo y la Seguridad Social. «Han facilitado y ayudado todo lo que ha estado en su mano». A ellos la familia le planteó la necesidad de que mediasen ante la necesidad del traslado de Marina a España. Hay una variable que puede ayudar a esclarecer el caso, en el que aún no está dicha la última palabra: a la administración británica puede costar más mantener a Marina por un periodo que no se sabe cuánto va a durar que costear su traslado, cifrado en unos 20.000 euros.
Desde Granada, el Subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, reconoció ayer que había tenido noticias del caso a través de IDEAL. «He dado instrucciones para hablar con la familia mañana por la mañana –por hoy– y ver qué tipo de ayuda le podemos prestar desde la Subdelegación», apostilló.
El representante político recalcó que antes de pronunciarse en público quería saber de primera mano si la familia solo necesita dinero –los 20.000 euros que cuesta el traslado de la joven a España–; o precisa trámites administrativos para hacer realidad su petición. «Estamos enteramente a su disposición», dejó claro Pérez, según informa Ángeles Peñalver.
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