Madrid- El Ministerio de Asuntos Exteriores impulsará el traslado desde un hospital cercano a Londres a otro de Granada de la joven Marina Rodríguez, de 25 años, que lleva ingresada en estado de coma desde hace casi un mes sin que su familia pueda trasladarla por motivos económicos. El caso de Marina Rodríguez es una de esas situaciones que ninguna familia querría vivir. Lleva en coma desde el pasado 22 de marzo y trabajaba desde hacía seis meses como auxiliar de conversación para completar sus estudios de Traducción en el Instituto de Colchester, situado a unos 90 kilómetros de Londres, cuando sufrió un derrame cerebral que la dejó en la situación que se encuentra. En 2002 sobrevivió milagrosamente a un accidente en una atracción de feria de la que salió disparada, junto con su hermana. Sufrió varios traumatismos craneoencefálicos. Se quejaba de dolores de cabeza, pero había quien le decía que era «por tanto estudiar». Cuando la madre, divorciada y en paro, se enteró de la tragedia, se trasladó hasta Romford para cuidar a su hija. Fue acogida en una parroquia. El hermano de la joven, Buenaventura Rodríguez, no ocultó su satisfacción porque Marina pueda ser trasladada a España. Calcula que estará aquí en el plazo de un mes. «Ya mueve una mano y las piernas», dijo. Desde Atarfe, el municipio granadino en el que vive la familia, se ha puesto en marcha una fuerte campaña de solidaridad para conseguir reunir los 20.000 euros necesarios para traer a la joven a España. El subdelegado del Gobierno en Granada manifestó que la situación que está viviendo la familia es «complicada» y garantizó que la Administración «hará todo lo que esté en su mano».
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