El consumo excesivo es el tercer factor de enfermedad y discapacidad y causa más fallecimientos que el sida o la violencia. La OMS advierte que el 4% de todas las muertes son atribuibles a esta sustancia.
El consumo nocivo de alcohol está relacionado cada año con 2,5 millones de muertes en el mundo, y es el tercer factor de enfermedad y discapacidad, según reveló hoy un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que insta a adoptar políticas públicas claras para atajar este fenómeno.
Cerca del 4% de todas las muertes en el mundo son atribuibles al alcohol, lo que significa más fallecimientos que a causa del virus del sida, la violencia o la tuberculosis, señaló el doctor Shkhar Saxena, director del departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, al presentar el informe.
La mayoría de las muertes relacionadas con esta sustancia están causadas por accidentes y enfermedades como cáncer, cardiovasculares o cirrosis hepática.
Pero el consumo nocivo de alcohol, entendido como un uso excesivo hasta el punto de causar daños a la salud, también conlleva consecuencias sociales negativas, como son la violencia, el abandono o negligencia hacia los hijos y la abstención laboral.
"Hay que ver el problema, no sólo desde un punto de vista individual, sino también comunitario y social", dijo, por su parte, el profesor Melvin Freeman, del Ministerio de Salud de Sudáfrica.
"Tengo un amigo que, debido a una noche de borrachera, practicó sexo sin preservativo y ha contraído el virus del sida. Otro amigo mío tuvo un accidente por conducir bebido y no hace falta que les diga las consecuencias", ilustró Freeman.
De acuerdo con el estudio, el alcohol es un factor causal en 60 tipos de enfermedades y lesiones, y una de las causas en otras 200 patologías.
El uso nocivo de esta sustancia constituye el principal riesgo de muerte para los hombres de entre 15 y 59 años, sobre todo debido a lesiones, violencia y enfermedades cardiovasculares. A nivel global, el 6,2% de todos los fallecimientos de hombres son atribuibles al alcohol, en comparación con un 1,1% de las muertes de mujeres.
El estudio revela que las mayores tasas de consumo se encuentran en el mundo desarrollado, pero no siempre ese alto nivel de consumo se traduce en problemas relacionados con el alcohol o en consumo de riesgo.
En ese sentido, Europa Occidental tiene una de los mayores niveles de consumo, pero su tasa de mortalidad neta atribuible a este factor es relativamente baja. En cambio, muchos países del Este de Europa tienen las mayores tasas de consumo y también altos niveles de muertes y discapacidades relacionadas con este hábito.
En la Comunidad de Estados Independientes (CEI), los países de la antigua URSS, una de cada cinco muertes se debe al consumo excesivo.
El consumo mundial en 2005 era de 6,13 litros de alcohol puro por persona adulta mayor de 15 años. Y una gran parte de este consumo, el 28,6% (o 1,76 litros por persona) era de fabricación casera producido ilegalmente o vendido fuera del control normal del Estado.
Los autores del informe, que abarca a 193 países, señalaron que para la OMS "no existe un nivel seguro de consumo de alcohol", aunque en algunos países se admite como normal un consumo de 20 gramos, es decir, dos bebidas por día o 14 bebidas a la semana.
"Pero todo depende de quién toma, y en qué circunstancias, e incluso de factores genéticos", señalaron, para añadir que en el caso de las poblaciones asiáticas, la genética hace que el alcohol les perjudique más que a la raza caucasiana.
El estudio recomienda, entre las medidas a adoptar por los gobiernos para atajar este problema, políticas para evitar la conducción bajo los efectos del alcohol, como los controles aleatorios.
Además, consideran efectivas las tasas que encarecen el alcohol así como las restricciones de horarios y lugares para la venta de este producto.
GRANADA HOY
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