Comenzó por torear bien con el capote en el recibo y en dos quites a la verónica. Con la muleta desplegó la calidad de su toreo. Mató de estocada que no fue suficiente, teniendo que descabellar, perdiendo las dos orejas. Pese al fallo con los aceros el público pidió una que el presidente concedió.
Aparicio se sintió a gusto con el primero y logró momentos de brillantez con la muleta. Un toro de calidad permitió a Aparicio dejar pasajes excelentes de su tauromaquia. Mató de pinchazo y estocada y cortó una oreja. En el quinto afianzó primero a media altura a un toro más justo de fuerza y lo toreó bien por el lado derecho. Tuvo mérito esta labor porque el madrileño hizo al toro. Mató de pinchazo hondo que fue suficiente y su labor fue premiada con otra oreja que le abrió la Puerta Grande.
Cayetano estuvo templado con el capote en su primero. Dibujó buenos lances y cogió bien el ritmo al toro. Una oreja. En el sexto volvió a lucir en lances de recibo. La faena de muleta comenzó con muletazos con la rodilla flexionada que tuvieron temple. Cerró en tono alto. Lástima que la espada no funcionara, lo que le privó de la puerta grande.
(LA VOZ| GRANADA)
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