La vacunación supone la única vía
para la prevención de la esta enfermedad, que afecta a medio millón de
personas cada año. En España está pendiente de aprobación la nueva
vacuna frente al serogrupo B
La enfermedad, en cifras
Cada minuto se diagnostica un
nuevo caso de enfermedad meningocócica en el mundo, una patología que
afecta a 500.000 personas cada año y que ocasiona alrededor de 50.000
muertes prematuras.
Prácticamente uno de cada diez
niños menores de 12 meses fallece después de contraerla, aun siendo
tratado adecuadamente por un médico.
Puede causar importantes daños cerebrales y es mortal en el 50 por ciento de los casos no tratados.
Su periodo de incubación medio es de 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días.
Se cree que entre un 10 y un 20%
por ciento de la población es portadora de Neisseria meningitidis,
aunque la tasa de portadores puede ser más elevada en situaciones
epidémicas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la
meningitis meningocócica como una infección bacteriana grave de las
membranas que rodean el cerebro y la médula que puede causar daños
cerebrales y es mortal en la mitad de los casos no tratados.
Originada por la bacteria Neisseria meningitidis —de la que
se han identificado 12 serogrupos— encuentra ‘acomodo’ entre un 10 y un
20 por ciento de la población portadora, porcentaje que podría crecer
en situaciones epidémicas. Son los más pequeños, entre 0 y 5 años, los
que mayor riesgo corren de contraer la enfermedad meningocócica invasiva
(EMI), de elevada letalidad y rápida progresión clínica.
Sus síntomas más frecuentes: rigidez de nuca, fiebre
elevada, fotosensibilidad, confusión, cefalea y vómitos. Una forma menos
frecuente pero aún más grave de enfermedad meningocócica es la
septicemia meningocócica, que se caracteriza por una erupción cutánea
hemorrágica y colapso circulatorio rápido.
Transmisión
El contagio se transmite, según la OMS, de persona a
persona a través de gotículas de las secreciones respiratorias o de la
garganta. El modo, por vía respiratoria, al estornudar o toser, a través
de un beso, de vajillas y cubiertos compartidos y en los dormitorios
colectivos.
«Se trata de una infección muy grave, con una alta
morbi-mortalidad, de tal modo que un 10 por ciento de los afectados
fallece y de los que sobreviven, hasta un tercio lo hace con secuelas
graves que incluyen amputaciones, problemas neurológicos graves o
sordera, entre otros», asegura el doctor Federico Martinón Torres,
pediatra del Servicio de Críticos, Intermedios y Urgencias del Hospital
Clínico Universitario de Santiago de Compostela y Coordinador de la
Unidad de Investigación en Vacunas del Instituto de Investigación
Sanitaria de Santiago.
Por eso, y para tratar de las novedades frente a esta
enfermedad se ha celebrado el simposio ‘Qué hay de nuevo frente a la
Meningitis’, organizado por Novartis Vaccines en el marco del XXVII
Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria
y de Atención Primaria (SEPEAP) celebrado en Gran Canaria.
Se complica en los más pequeños
Además de ese mayor riesgo de contagio que hemos
mencionado, la detección y el diagnóstico de esta enfermedad en la
consulta de pediatría es más complicado: «Los signos y síntomas de una
meningitis ya instaurada son muy evidentes, sobre todo en niños mayores y
adultos, aunque puede ser un poco más complejo en pequeños por debajo
de un año, cuando los síntomas no son tan claros», señala el doctor Luis
Ortigosa, del Servicio de Pediatría del Hospital Nuestra Señora de la
Candelaria de Tenerife y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la
Asociación Española de Pediatría.
La principal dificultad radica en que un niño que presente
dolores de cabeza o fiebre puede padecer cualquier síndrome infeccioso,
desde una gripe o una faringitis hasta una meningitis en fase
incipiente, por ello el doctor Ortigosa recuerda que e estos casos «hay
que ser muy cauto y mantener al niño en un periodo de observación, ya
que los síntomas más evidentes de la meningitis aparecen al cabo de 12 ó
24 horas».
La vacuna como única salida
Frente a estas cifras, la única salida es la prevención a
través de la vacuna y existen varias que permiten controlar la
enfermedad: una vacuna conjugada contra los meningococos del grupo A,
vacunas conjugadas contra el grupo C, vacunas tetravalentes (grupos A,
C, Y y W135) y vacunas a base de polisacáridos meningocócicos. «Además,
está la recientemente aprobada por la Agencia Europea del Medicamento
(EMA) frente al serogrupo B, hasta ahora la única frente a este tipo de
meningococo», señalan los expertos del congreso organizado por Novartis.
Una gran noticia esta protección frente al serogrupo B ya
que esta ‘variante’ es en la actualidad la causa más frecuente de
meningitis bacteriana y es responsable de 7 de cada 10 casos de
meningitis en España.
La nueva vacuna ya ha sido aprobada en países como Italia o
Australia, y en España está pendiente de aprobación y, según los
expertos reunidos en Gran Canarias, si funciona como se ha comprobado en
los estudios realizados hasta la fecha serán capaces de evitar al menos
el 70 por ciento de casos de enfermedad por meningococo B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario