Las bajas temperaturas favorecen la
proliferación de virus como el VRS (virus respiratorio sincitial),
causante de la mayoría de los casos de bronquiolitis en lactantes. El
doctor Josep Figueras, presidente de la Sociedad Española de
Neonatología (SENeo), explica en qué consiste esta patología y cómo
prevenirla
Debe acudir urgentemente al médico si:
Tiene dificultad para respirar.
La piel se hunde entre las costillas.
Rechaza o presenta dificultad para ingerir los alimentos.
Tiene fiebre muy alta.
Emite un pitido al respirar.
La bronquiolitis es una inflamación de las vías
respiratorias bajas que afecta sobre todo a lactantes en el primer y
segundo año de vida. Provoca dificultad a la hora de respirar y puede
acompañarse de fiebre; es frecuente entre los meses de octubre a abril,
porque los virus viven sobre todo en épocas frías. “La causa principal
de la bronquiolitis es la infección por virus, y en más de la mitad de
los casos se debe al VRS, del que se contagian todos los niños en sus
primeros años de vida”, afirma el doctor Josep Figueras, presidente de
la Sociedad Española de Neonatología (SEN). La bronquiolitis no debe
confundirse con la bronquitis: “La bronquitis no produce espasmo
bronquial, aunque hay inflamación, tos y expectoración”, explica el
doctor Figueras, “pero en la bronquiolitis se cierra la vía aérea baja y
produce un espasmo que hace que el paciente se ahogue”.
Señales de alarma
Cuando un niño pequeño presenta un cuadro parecido a un
resfriado, pero con dificultad para respirar, se debe consultar al
médico. Puede haber ocurrido que “el resfriado ha bajado al pecho”, como
se dice popularmente y es entonces cuando aparece la bronquiolitis. El
contagio del virus se produce a través del aire cuando se entra en
contacto con una persona resfriada o a partir de objetos contaminados.
La prevención está en apartar a los niños de personas resfriadas y
lavarse las manos cuando se tose o estornuda, para evitar que el virus,
que vive 12 horas a la intemperie, pase a los objetos. La población más
expuesta es la de los niños entre 1 y 2 años que presentan alguna
afección de base como nacimiento prematuro o cardiopatías.
“Además de las medidas de higiene, existe un fármaco,
llamado Palivizumab, que se inyecta cada mes, durante el período de
invierno, y aporta defensas ante el VRS a niños que no las tienen”, dice
el doctor Figueras. “Lo prescribimos sobre todo en niños de alto
riesgo. Como para este virus no hay vacuna, utilizamos este tratamiento.
Actualmente se experimenta con una vacuna y ha habido avances pero aún
resulta muy costosa”.
En España no hay casos mortales de bronquiolitis, aunque 5%
de los pacientes infantiles tienen que ser ingresados, algunos en
cuidados intensivos. Otros deben permanecer en casa mientras convalecen,
lo que implica una situación familiar que genera un gasto o una pérdida
económica. “A veces los costes sólo se calculan por el ingreso en el
hospital, pero debe tenerse en cuenta otros costes relacionados, como
que los padres falten al trabajo, y el coste social, algo muy difícil de
calcular”, sostiene el doctor Figueras.
Tratamiento en casa
Algunas de las medidas que deben tenerse en cuenta mientras el niño está con bronquiolitis son:
- Aplicar suero fisiológico en las fosas nasales para ayudar a eliminar la mucosidad
- Elevar un poco la cabecera de la cama/cuna, ya que ayuda a respirar algo mejor.
- Si hay fiebre, administrar antitérmicos indicados por el médico.
- Fraccionar la ingesta de las comidas. No obligar al niño a comer si no tiene apetito.
- Mantenerlo hidratado.
- No utilizar medicamentos que no haya prescrito el médico.
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