Un nuevo estudio experimental analiza su efecto sobre la función cardiaca tras un infarto.
Granada hoy
El
Centro de Investigación Cardiovascular del Hospital de la Santa Creu i
Sant Pau ha publicado un estudio según el cual un consumo moderado de
cerveza -dos vasos al día para las mujeres y tres para los hombres
puede mejorar la función cardíaca global después de haber sufrido un
infarto. La investigación se ha presentado en Girona. Según una de sus
autoras, la doctora Gemma Vilahur, la combinación de cerveza -
"contenga alcohol o no"- con una dieta mediterránea tiene propiedades
cardiovasculares provechosas. Tras probar este consumo durante diez días
con animales, concluyen que la muerte celular es menor y que se
consigue una mejor fibrosis reparativa en el corazón, además de
disminuir el riesgo de infarto de miocardio.
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