Policía y Guardia Civil reciben 150 denuncias de media al año de falsas víctimas de actos delictivos
Policía Nacional y Guardia Civil han cursado este año más de 150 denuncias por simulación de delitos de personas que presentaron una demanda por ser víctimas de un acto delictivo y después resultó ser falso. La mayoría de ocasiones ocurre para justificar ante el seguro el supuesto robo de artículos y cobrar posteriormente la correspondiente indemnización. La crisis económica y los vericuetos para sortearla han disparado en los últimos años este tipo de fechorías. En otras ocasiones es el temor a una represalia o el intento de engañar a las fuerzas y cuerpos de seguridad después de haber cometido un acto delictivo: secuestros, robos, víctimas de violencia... son los delitos más increíbles. Tanto Policía Nacional como Guardia Civil siempre inicia las pertinentes investigaciones encaminadas a determinar en primer lugar la veracidad de lo denunciado, y de ser ciertos los hechos las investigaciones se encaminan a identificar a los presuntos autores de los mismos, pero en caso de demostrarse la falsedad de la denuncia, imputa y en ocasiones detiene a los falsos denunciantes, poniendo los hechos en conocimiento de la justicia y presentando ante ésta a los presuntos simuladores. Aquí van algunos ejemplos de esas denuncias falsas.
Un vecino de 30 años de Montejícar robó en su propio domicilio sin que su mujer fuera consciente de ello y ésta, obviamente, al llegar a su casa y ver todo revuelto, detectó la falta de las joyas y el dinero, denunció el robo. El presunto ladrón dejó un sobre en lo alto de la cama con una nota repleta de insultos hacia el matrimonio. Los guardias civiles del puesto de Montejícar se hicieron cargo de investigar los hechos, que por otro lado levantaron una gran alarma social en el pueblo, y lo primero que descubrieron al realizar la inspección ocular es que no había forzado nada en la vivienda. Más tarde también descubrieron que el sobre aparecido en la cama lo había comprado el marido en el estanco del pueblo. Y el dinero, supuestamente sustraído, lo había ingresado él mismo, al día siguiente del robo, en la cuenta corriente que comparte el matrimonio. El marido fue puesto a disposición judicial.
Dos varones se confabularon para fingir el atraco en un cajero automático de una entidad bancaria del Zaidín, uno hizo de víctima y el otro de autor, simulando la sustracción de 600 euros que acababan de extraer. Una de las patrullas de Policía Nacional que acudió en auxilio de la presunta víctima localizó caminando a un individuo que se asemejaba al presunto autor del robo. Nada más interceptarlo, tras ser sometido a un cacheo, se le ocupó un destornillador y seiscientos euros en efectivo, por lo que al verse cogido por la Policía Nacional y ante lo que se le venía encima, reconoció que el dinero era de su amigo, la presunta víctima y, que ambos habían urdido la sustracción del dinero con el objetivo de defraudar a la compañía de seguros.
Una mujer de 59 años fue denunciada por la Guardia Civil de Santa Fe por dos delitos de simulación de delito y por otro delito de estafa, al denunciar dos falsos robos con fuerza en las cosas para cobrar sendas indemnizaciones del seguro de hogar que tiene contratado. En la primera denuncia falsa dijo que dos hombres y dos mujeres de nacionalidad rumana la asaltaron a la salida de un establecimiento comercial del término municipal de Atarfe y le sustrajeron cuatro bolsas con comida y un monedero que contenía 700 euros. En el segundo falso robo con violencia dijo que había sido asaltada por dos hombres y una mujer que le sustrajeron por la fuerza un monedero con 300 euros y unas gafas graduadas, valoradas en 500 euros. Los guardias civiles del área de investigación del puesto de Santa Fe descubrieron que al menos las gafas graduadas no le habían sido sustraídas, por lo que la citaron nuevamente en el acuartelamiento de la Guardia Civil para que aclarase tal contingencia. La mujer reconoció que los dos robos denunciados eran falsos.
Otra mujer denunció un robo con violencia e intimidación en el interior de su domicilio, cuando ella se encontraba en el interior, argumentando que franqueó la puerta ya que desde el interfono le comentaron que le iban a entregar un paquete. Lo rocambolesco es que dijo que había sido amenazada con una 'picota de obra', llevándose el presunto autor unos 340 euros que se hallaban en el bolso y otros 600 euros que acababa de sacar de un banco, cantidad que ascendía a 940 euros, aportando en la denuncia hasta su parte médico por las supuestas lesiones sufridas durante el forcejeo con el ficticio atracador. La investigación determinó que la mujer simulaba lo ocurrido, intentando presuntamente defraudar a la compañía aseguradora del hogar.
Un hombre de 54 años de edad, vecino de una pequeña localidad de la Alpujarra granadina, fue arrestado por un presunto delito contra la Administración de Justicia por simulación de delito, después de que denunciara haber sido víctima de una detención ilegal y de un atraco. El detenido denunció ante la Guardia Civil que dos individuos lo introdujeron contra su voluntad en el interior de un vehículo, que lo llevaron hasta un vertedero en las afueras de la localidad y que tras golpearle, le sustrajeron doscientos setenta euros. El equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Órgiva se hizo cargo de investigar la supuesta detención ilegal y el atraco, y sus agentes descubrieron varias contradicciones en lo denunciado por la víctima. El denunciante se levantó ese día y comenzó a beber alcohol en los distintos bares del pueblo, y a media tarde adeudaba 270 euros en consumiciones, justo lo que supuestamente le habían robado. Él mismo advirtió en los bares que lo habían secuestrado, para evitar males mayores, y para demostrarlo presentó la denuncia. Al final confesó que todo era falso.
Y también están los que denuncian falsos delitos de robo para ocultar a sus parejas que se han gastado el dinero en «otras actividades», como puede ser máquinas tragaperras o en prostíbulos. Así, Guardia Civil atendió la denuncia de una varón que decía haber sido víctima de una estafa a través de su tarjeta de crédito para ocultar que se había gastado más de 2.200 euros durante una noche de farra en un club de alterne granadino. O el caso de una chica que por temor a su madre, denunció en Cúllar haber sido víctima de un atraco para ocultar a su madre que había perdido la cartera con 700 euros. O como el caso de un vecino de Loja que fue detenido por denunciar que dos individuos armados con una navaja, tras intimidarle, le arrebataron el coche que conducía, un vehículo de alquiler; cuando en realidad el denunciante lo había vendido en la ciudad marroquí de Casablanca.
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