EUROPA PRESS Un total de 114 menores que han tenido que ser separados de sus padres por la Junta de Andalucía fueron acogidos el pasado año por familias solidarias en la provincia de Granada, bien de manera temporal o de una forma más estable como alternativa a un centro de protección de menores.
En ambos casos, los niños, que suelen ser mayores de seis años y por tanto han forjado vínculos afectivos con su familia, siguen en contacto con sus progenitores durante todo el proceso y conservan sus apellidos. La mayoría de ellos han sido acogidos por familias con hijos que les procuran un buen lugar en el que crecer hasta que sus padres vuelvan a reunir las condiciones para cuidarles o hasta que estén en edad de emanciparse, según el caso.
Estos acogimientos solidarios han sido gestionados por la Asociación Andaluza de Apoyo a la Infancia Aldaima, que desde hace más de diez años trabaja en colaboración con la Junta de Andalucía para facilitar ambientes familiares a menores que están en riesgo o desamparo.
Según ha informado la presidenta de esta entidad, Concepción Cuellar, el pasado año se medió en el acogimiento de más de 300 menores, consiguiendo una familia para 114. De ellos, un total de 45 fueron acogidos de manera temporal por familias solidarias a las que Aldaima apoya facilitándole ropa, carricoches y demás recursos que puedan necesitar durante los meses de estancia del menor.
Por su parte, 69 fueron acogidos de manera permanente y otros 38 niños lo estuvieron en modalidad de urgencia. En este último caso se trata especialmente de niños de corta edad que necesitan un hogar durante un periodo de entre seis y nueve meses. Esto se suele hacer con la ayuda de familias profesionalizadas que ofrecen total disponibilidad para que un niño que ha tenido que ser separado de sus padres pueda entrar en un hogar estable sin necesidad de introducirse en un centro de menores.
Según explica la presidenta de Aldaima, el objetivo "no es buscar un niño para una familia sino una familia para un niño que se adapte a sus necesidades". Estos acogimientos no tienen nada que ver con una adopción y por eso, se suele preferir a familias que tengan ya cumplidas sus expectativas de tener hijos y lo encaren como una opción solidaria que a la vez permita al menor mantener los vínculos emocionales con su familia.
De hecho, cuando están acogidos suelen mantener una vez al mes visitas supervisadas con padres o hermanos y siempre que se den las condiciones necesarias para su buen cuidado volverán con ellos.
En estos momentos existe una gran demanda de familias solidarias de diferentes perfiles dispuestas a ayudar a este colectivo tan vulnerable. Y es que, "normalmente hay más niños que familias dispuestas a ayudar", especialmente cuanto se trata de niños más mayores o de grupos de hermanos que preferiblemente no deben ser separados.
Los interesados en entrar en el programa de acogimiento familiar de Aldaima puede ponerse en contacto con la asociación a través de su página web o llamar al 958 255 203.
En ambos casos, los niños, que suelen ser mayores de seis años y por tanto han forjado vínculos afectivos con su familia, siguen en contacto con sus progenitores durante todo el proceso y conservan sus apellidos. La mayoría de ellos han sido acogidos por familias con hijos que les procuran un buen lugar en el que crecer hasta que sus padres vuelvan a reunir las condiciones para cuidarles o hasta que estén en edad de emanciparse, según el caso.
Estos acogimientos solidarios han sido gestionados por la Asociación Andaluza de Apoyo a la Infancia Aldaima, que desde hace más de diez años trabaja en colaboración con la Junta de Andalucía para facilitar ambientes familiares a menores que están en riesgo o desamparo.
Según ha informado la presidenta de esta entidad, Concepción Cuellar, el pasado año se medió en el acogimiento de más de 300 menores, consiguiendo una familia para 114. De ellos, un total de 45 fueron acogidos de manera temporal por familias solidarias a las que Aldaima apoya facilitándole ropa, carricoches y demás recursos que puedan necesitar durante los meses de estancia del menor.
Por su parte, 69 fueron acogidos de manera permanente y otros 38 niños lo estuvieron en modalidad de urgencia. En este último caso se trata especialmente de niños de corta edad que necesitan un hogar durante un periodo de entre seis y nueve meses. Esto se suele hacer con la ayuda de familias profesionalizadas que ofrecen total disponibilidad para que un niño que ha tenido que ser separado de sus padres pueda entrar en un hogar estable sin necesidad de introducirse en un centro de menores.
Según explica la presidenta de Aldaima, el objetivo "no es buscar un niño para una familia sino una familia para un niño que se adapte a sus necesidades". Estos acogimientos no tienen nada que ver con una adopción y por eso, se suele preferir a familias que tengan ya cumplidas sus expectativas de tener hijos y lo encaren como una opción solidaria que a la vez permita al menor mantener los vínculos emocionales con su familia.
De hecho, cuando están acogidos suelen mantener una vez al mes visitas supervisadas con padres o hermanos y siempre que se den las condiciones necesarias para su buen cuidado volverán con ellos.
En estos momentos existe una gran demanda de familias solidarias de diferentes perfiles dispuestas a ayudar a este colectivo tan vulnerable. Y es que, "normalmente hay más niños que familias dispuestas a ayudar", especialmente cuanto se trata de niños más mayores o de grupos de hermanos que preferiblemente no deben ser separados.
Los interesados en entrar en el programa de acogimiento familiar de Aldaima puede ponerse en contacto con la asociación a través de su página web o llamar al 958 255 203.
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