Si el año pasado ya afectó la crisis, en esta ocasión al problema económico hay que sumarle otro más grave si cabe. La organización del inminente programa 'Vacaciones en Paz', que cada verano trae a la provincia granadina a 200 niños saharauis procedentes de los campamentos de Tinduf, está siendo una larga carrera de fondo no exenta de dificultades. Con el objetivo de que a finales de junio los pequeños puedan llegar a la provincia, la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui se enfrenta a una serie de problemas que, según parece, tendrán un final feliz.
El primero de ellos es la aplicación desde el pasado 5 de abril del nuevo reglamento de la UE relativo a la circulación por el espaco Schengen. En base a esta normativa se establece un nuevo código de visados de estancia que suprime la posibilidad de que éstos sean colectivos.
Según explica el presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharai en Granada, Fernando Guijosa, las autoridades argelinas responsables de documentar a los pequeños, se niegan a cumplir la normativa europea, si bien el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Delegación del Frente Polisario y la Federación de Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui ya han asegurado la estancia de los niños a nivel nacional y finalmente los 9.000 pequeños que cada verano vienen a España podrán repetir.
"Este año está garantizado porque han encontrado fórmulas para hacer un visado colectivo sin incumplir la nomativa europea, como ocurre, por ejemplo, en los casos de repatriaciones tras catástrofes por razones humanitarias. Sin embargo, es necsario encontrar una solución a largo plazo", indica el responsable.
La crisis, por otra parte, ha desencado dos factores negativos. El primero de ellos es la disminución de familias interesadas en acoger a un pequeño, debido, sobre todo, al paro. Tanto es así que la asociación llegó a plantearse hace unos meses traer a 50 niños menos, si bien al final ha decidido no dejar a ninguno en tierra.
Pero aún hay 25 pequeños sin familia de acogida, por lo que el responsable de la asociación pide la colaboración de la ciudadanía: "Ellos se llevan todo el año pensando en venir, en poder pasar esos dos meses aquí. Imagínate lo duro que sería decirle a esos niños de entre seis y docer años que al final no pueden venir a Granada"
Además, Guijosa se refiere a otro argumento esencial para comprender la importancia de la estancia de los pequeños en la provincia. Y es que, según sostiene, la mortalidad infantil de estos niños, que antes se situaba en el 80% ahora ha bajado a un 16%. Siendo aún muy alta, "merece la pena" entender la repercusión positiva de las revisiones oculares y bucales, los análisis e incluso las operaciones que en los dos meses de estancia en la provincia se le realizan a los niños. Por no hablar de los beneficios de la alimentación que disfrutarán durante este tiempo.
Pero la crisis no sólo ha provocado la disminución de las familias de acogida, ya que también ha afectado a la financiación de la asociación. "Tenemos varias colaboraciones con las administraciones pero aún no hemos cobrado partidas de 2007 debido a la mala situación que atraviesan muchos ayuntamientos", señala. Sin embargo, apunta "gracias a la subvención de la Diputación Provincial y el esfuerzo de la asociación", los pequeños podrán seguir viniendo un verano más.
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