sábado, 2 de enero de 2010

Más impuestos y la vida más cara

El nuevo año arranca con nuevos precios que, unidos al clima económico, dificultarán aún más llegar a fin de mes con desahogo · El agua, el gas, los autobuses urbanos y metropolitanos y los taxis, sin embargo, congelan las tarifas

Nuevo año, nuevos precios. Y 2010 no iba a ser diferente, por mucha crisis que haya. A excepción de algunos servicios básicos, el año que acaba de estrenarse lo hace con importantes incrementos tarifarios que van a lastrar un poco más la economía familiar. Desde los sellos de Correos -que desde ayer cuestan dos céntimos más que en 2009- hasta el transporte ferroviario, pasando por la luz, el butano y, por supuesto, la cesta de la compra, los granadinos tendrán que rascarse un poco más los bolsillos y ajustar sus nóminas a una vida que no deja de encarecerse, a pesar de que el paro y las funestas consecuencias de la crisis tampoco dejan de crecer.




Dos de los principales gastos domésticos, los productos básicos de alimentación y la luz, le darán un buen bocado a los presupuestos familiares. En el caso de la cesta de la compra, los precios irán aumentando a lo largo del año en función de las variaciones del IPC, que, aunque se ha mantenido en negativo durante ocho meses, en noviembre regresó a la senda positiva con la que probablemente comenzará 2010. El caso de las tarifas eléctricas está mucho más claro. Desde ayer mismo la tarifa de último recurso (TUR), a la que están acogidos la mayoría de los usuarios de electricidad, es un 2,64% más cara. Eso sí, el Ministerio de Industria ha decidido congelar la tarifa de los clientes con la modalidad de discriminación horaria (que sustituye desde junio a la nocturna) y a los usuarios del bono social.



También se librarán de pagar más los clientes de Emasagra -que verán rebajadas las facturas un 2% por la eliminación del canon de sequía- y los usuarios de gas natural, cuya tarifa no variará al menos durante el primer trimestre del año. No pasará lo mismo con los granadinos que sigan utilizando gas butano, ya que el precio de la bombona se verá incrementado un 3,36%, hasta los 11,05 euros.



Con todo, en comparación con los ciudadanos de otras provincias españolas los granadinos pueden sentirse afortunados. Porque, aunque también se verán afectados por la subida del 6% en las tarifas de los trenes de cercanías, el incremento del 4% de las conexiones de Larga Distancia y el aumento del 5% de los billetes de Media Distancia, el resto de los servicios de transporte se mantendrán intactos. Ni las tarifas de los autobuses urbanos de Rober, ni las del Consorcio Metropolitano de Transportes variarán a lo largo de 2010, al igual que las del servicio de taxis.



El auténtico varapalo para la economía familiar llegará, sin embargo, a partir de la segunda mitad del año. El déficit al que la crisis ha llevado a las arcas del Estado -y a las autonómicas y municipales- obligó al Gobierno Central a aprobar un incremento de los impuestos que en julio alcanzará de lleno a todas las rentas. Ayer mismo comenzó a aplicarse la subida del gravamen de las rentas de ahorro, que tributarán con un 19% para los primeros 6.000 euros y con un 21% para el resto. Además, se eliminó la deducción de los 400 euros del IRPF, que inevitablemente conllevará un incremento inmediato de este impuesto excepto para los trabajadores con sueldos inferiores a los 15.645 euros brutos anuales. Pero el verdadero quebranto no llegará hasta el 1 de julio, cuando entre en vigor la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), de la que sólo se librarán los bienes de primera necesidad.



Así, a partir del segundo semestre del año el tipo general del IVA subirá dos puntos, hasta el 18%, mientas que el tipo reducido aumentará un punto, hasta el 8%. Según los cálculos del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), sólo el incremento de este impuesto costará a cada granadino, al margen de lo precaria que sea su situación económica, alrededor de 500 euros más cada año.

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