El Centro de Investigación
Cardiovascular publica un trabajo que demuestra que la bebida mejora la
calidad del colesterol bueno y diminuye el riesgo de infarto
El consumo moderado de cerveza es beneficioso para el
corazón, según confirma un nuevo estudio, enfocado a las lesiones
miocardíacas agudas, que se asocian al infarto. “El consumo moderado de
alcohol (de 10 a 30 gramos al día) se ha asociado a un menor riesgo de
infarto de miocardio o muerte en estudios en poblaciones con grave
riesgo cardiovascular y en pacientes con enfermedades coronarias”, asegura la doctora Lina Badimón, directora del Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICCC)
durante la presentación de la investigación 'Intake of fermented
beverages protect against acute myocardial injury: Target organ cardiac
effects and vasculoprotective effects', que ella ha dirigido, y que ha
sido presentado este viernes en el XXVI Congreso de la Sociedad Canaria
de Cardiología que se celebra en Fuerteventura, según informa Europa
Press.
Las pruebas se realizaron con animales de laboratorio,
a los que se alimentó con una dieta rica en colesterol y se les
suministró unas cantidades de ligeras a moderadas de cerveza (un grupo
con 12,5 gramos de alcohol al día, otro con 25 gramos de alcohol al día y
un grupo al que se le suministró cerveza sin alcohol, además del grupo
control que no consumió cerveza). La conclusión es que aquellos animales
que consumieron cerveza tradicional sin excesos manifestaron menor
estrés oxidativo y apoptosis (muerte celular), y mejoraron su función
cardíaca global.
La clave está en el lúpulo
¿Por qué es beneficiosa la cerveza? Por sus ingredientes,
que son naturales. Se elabora con agua, cebada malteada y lúpulo, que
aportan vitaminas, fibra y minerales. Pero, sobre todo, porque uno de
sus ingredientes, el lúpulo, tiene un antioxidante llamado xanthohumol.
“Existen evidencias científicas que relacionan tanto el xanthoumol como
el bajo contenido alcohólico que contiene la cerveza con efectos
protectores en la salud cardiovascular”, dice la doctora Badimón.
Los animales que consumieron cerveza también presentaron
una mejor formación de tejido reparativo después de sufrir un infarto
(inducido). Cabe destacar que consumir o no cerveza no incidió en el aumento de peso de los individuos
y que los que tomaron cerveza tradicional de forma moderada tenían “un
aumento significativo de las partículas del colesterol bueno (HDL) y la
disminución del ratio colesterol total/colesterol bueno”, lo que refleja
una mejora en la salud cardiovascular.
El consumo de cerveza, con y sin alcohol, “puede disminuir
la incidencia de arritmias". Así, “se podría confirmar un efecto
protector que resulta más pronunciado en los animales que consumieron
cerveza tradicional de forma leve a moderada”.
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