domingo, 17 de marzo de 2013

«El objetivo es que no haga falta tomar un antirretroviral de por vida»


El doctor Josep María Gatell y su equipo firman un hito en la lucha contra el VIH: la vacuna terapéutica del sida que logra controlar temporalmente la replicación del virus


«El objetivo es que no haga falta tomar un antirretroviral de por vida»
Doctor Josep María Gatell, del Hospital Clinic de Barcelona. FOTO:INÉS BAUCELLS.
Un equipo del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer, el Idibaps (Hospital Clínic y la Universidad de Barcelona), englobados en el Programa Hivacat (de investigación de la vacuna del Sida), liderado por el doctor Josep Maria Gatell, ha desarrollado y probado una vacuna terapéutica contra el sida con la mejor respuesta virológica obtenida hasta la fecha.
La mayoría de los receptores de dicha vacuna han sido capaces de controlar temporalmente la replicación viral con una reducción máxima de la carga del virus por encima del 90% respecto a la carga inicial, lo que representa disminuirla más de diez veces.
Esta situación es similar a la respuesta obtenida con una monoterapia con medicamentos antirretrovirales. Se trata, hasta la fecha, de la demostración más sólida en la literatura científica de que una vacuna terapéutica es factible.
A tenor de estos resultados, se estaría más cerca de lo que los científicos denominan ‘la curación funcional del sida. Esto quiere decir que los pacientes infectados por el virus VIH nunca lleguen a enfermar y, además, que para controlar la carga viral no deba estar obligado a ese «exigente» cóctel terapéutico con el que se consigue frenar la progresión de la infección. El doctor Gatell cuenta así los detalles de este hallazgo.
¿Qué supone esta vacuna terapéutica?
Lo que se pretende con ella es que el tratamiento antirretroviral no tenga que durar toda la vida. El objetivo sería que tras administrar esta vacuna terapéutica se pudiera retirar el tratamiento antirretroviral y el virus no rebrotara, como ocurre actualmente. Por tanto, hablamos de un avance importante. Me explico. Cuando tienes un tratamiento antirretroviral, los fármacos clásicos o el llamado también ‘cóctel’, la infección se frena. Pero en el momento en que retiras estos medicamentos la infección se vuelve a reactivar rápidamente. Por ello, lo que pretende esta vacuna terapéutica, una vacuna personalizada, basada en células dendríticas del propio paciente manipuladas en el laboratorio y reinyectadas, es que tras retirar el tratamiento el virus continue frenado y no se replique. Es cierto que rebrota un poco, pero lo hace a un nivel diez o quince veces inferior comparado a lo que rebrotaría si no aplicáramos la vacuna terapéutica. Con este logro, queda demostrado que la vacuna terapéutica puede funcionar. Ahora, el siguiente paso que debemos seguir es refinar el tratamiento asociado a esta vacuna terapéutica y combinarlo con otros para que su actividad sea todavía superior.
Suena muy bien aunque quizás el ‘hándicap’ de esta vacuna terapéutica es que en la práctica aún no es una solución definitiva…
Cuando nos ponemos a hablar de vacuna terapéuticas hablamos de investigaciones, no hablamos de rutina, del día a día. Lo que hemos avanzado no es suficiente como para comercializarlo y utilizarlo mañana en los pacientes. Como comentaba, lo que hay que hacer ahora es refinarlo, mejorarlo y, posiblemente, combinar esta vacuna con otros tipos de tratamiento. Por ello, seguimos investigando y quizás en un año o año y medio tendremos nuevos resultados esperanzadores.
Usted ha comentado en varias ocasiones que la vacuna que permita una curación definitiva será presumiblemente una combinación de diferentes estrategias. ¿A cuáles se refiere exactamente?
Cuando hablamos de curación del Sida debemos diferenciar dos aspectos. Un asunto es erradicar el virus en una persona que está infectada, que es lo que se conoce como la curación definitiva del sida, y otro es lo que llamamos en el argot técnico curación funcional del sida. Ésta consiste en que si retiras el tratamiento antirretroviral no se va a producir un rebrote. Cuando hacemos investigación en vacunas terapéuticas lo que hacemos es buscar una cura funcional. Es un paso más, pero aun estamos lejos de erradicar totalmente el virus de una persona infectada. Esto será bastante más difícil.
¿Qué opinión tiene acerca de la evolución del sida para los próximos años?
Hay dos aspectos que quiero separar. El primero es sobre si se puede curar o no a una persona infectada. En el momento actual lo que se puede hacer es controlar la enfermedad con tratamiento antirretroviral que dura toda la vida. A lo mejor, dentro de unos años, lo que podemos obtener es una curación funcional o una erradicación del virus. Pero a día de hoy no. El otro aspecto que quiero destacar es si podremos erradicar el sida en el planeta. Como dicen muchos políticos, si tendremos en el futuro una generación sin sida. Para ello hace falta mejorar las medidas de prevención para que no se infecten nuevas personas, y como en el momento actual no tenemos una vacuna preventiva, entonces la prevención debe basarse en cambios de actitudes en la conducta sexual, en mecanismos de barrera como son los preservativos y también en el diagnóstico y el tratamiento precoz que ayude a no expandir el virus

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