viernes, 17 de agosto de 2012

Salvar a la 'niña' de Sierra Elvira (IDEAL GRANADA)


Repoblar los montes con el arbusto del que se alimenta ha sido la clave para que este lepidóptero vuelva a volar en esta zona de Atarfe


Salvar a la 'niña' de Sierra Elvira
Olivares, Barea e Irurita, junto a uno de los cercados. :: J. E. GÓMEZ
Los habituales de las áreas recreativas de Sierra Elvira, las zonas donde se encuentran las barbacoas, han visto unos pequeños cercados de madera en el interior del bosque. Son espacios reservados para que una planta arbustiva, Astragalus alopecuroides (Astrágalo florido), pueda crecer sin problemas. El objetivo no es solo la recuperación de esta planta, que se encuentra en otros muchos lugares de la geografía andaluza, sino favorecer la presencia de una pequeña mariposa azul, que se alimenta de esta especie vegetal y donde pone sus huevos. Se llama Plebejus hespericus, y es conocida como 'Niña del astrágalo', aunque en esta zona de la provincia de Granada la llamaban la 'Niña de Sierra Elvira'.
Según el geólogo y jefe del Departamento de Biología del Instituto Vega de Atarfe, Javier Olivares, especialista en lepidópteros, «hace unos años era muy fácil ver esta mariposa en toda esta sierra, pero la influencia humana y la regresión de su planta nutricia provocaron que sus poblaciones se quedarán muy reducidas». Junto a responsables del programa de protección de invertebrados de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Albolote, «decidimos intentar recuperar la planta nutricia para ver si de esa manera lográbamos que la mariposa volviese a volar con normalidad en Sierra Elvira», dice Javier Olivares.
Cuadrantes
Han sido cuatro las pequeñas parcelas que se han dedicado a proteger el crecimiento del astrágalo. «El objetivo de vallar estas parcelas, es únicamente ayudar al crecimiento de las plantas y evitar que agentes externos puedan dañarlas», señala el responsable del Departamento de Flora y Fauna de la Consejería de Medio Ambiente en Granada, José María Irurita, que indica que se ha protegido otra planta, Colutea hispanica, llamada 'Espantalobos' porque, cuando el aire mueve sus frutos secos, hace un sonido de sonajero que asusta a lobos y zorros, y de la que también se alimenta la 'Niña de Sierra Elvira'. Irurita, señala que se ha podido poner en marcha el programa de protección y recuperación de esta mariposa diurna por el interés que ha tomado también el Ayuntamiento de Atarfe, «que nos ha permitido hacer lo que fuese necesario en el monte». De hecho, el camino que accede hacia el interior de Sierra Elvira, hacia la zona donde encuentran los repetidores, está jalonado de ejemplares de las dos plantas nutricias y ya no es tan difícil ver volando machos y hembras de Plebejus hespericus. «Hemos firmado un convenio con el Ayuntamiento, porque son montes de su propiedad, y contamos la colaboración del instituto Vega de Atarfe, por lo que en esta ocasión se ha hecho un trabajo conjunto entre el municipio y dos consejerías, Educación y Medio Ambiente», comenta Irurita.
Los cercados se retirarán en cuando se vea que las dos plantas se han establecido sin problemas. «Poco a poco retiraremos el vallado y dejaremos el monte expedito».
Censo
Desde hace unos meses, técnicos de Medio Ambiente realizan lo que denominan transectos lineales, es decir, comprobaciones de cuántos ejemplares de una especie se visualizan en un territorio, en este caso en el que vive la 'Niña de Sierra Elvira'. «En realidad son censos que se hacen en la época de reproducción de la especie para ver cuál ha sido el resultado de las actuaciones que se han realizado para ayudar a la recuperación de este licénido», explica Mariano Guerrero, técnico ambiental, que asegura que entre los primeros censos realizados y los que se han hecho este año, se ha observado un claro incremento de la población de Pelebejus hespericus, aunque aún no podemos determinar cuántos ejemplares forman esta población». Lo que sí está claro es que la recuperación ha comenzado y que esta mariposa, casi extinguida en esta zona, vuelve a volar en Sierra Elvira.
José Miguel Barea, técnico ambiental y especialista en mariposas, indica que cuando comenzaron con las actuaciones en esta zona, volaban muy pocos ejemplares, «pero con el crecimiento de la planta y un mayor cuidado en que se mantenga, hemos visto que hay un crecimiento importante en el número de ejemplares que vuelan, aunque hay que tener en cuenta que desde que comienza la época de vuelo hasta ya entrado el verano, el número se va incrementando paulatinamente».
La mariposa, Plebejus hespericus, está catalogada en los libros rojos de España y Andalucía, como en peligro de extinción, pero curiosamente no se encuentra entre las especies protegidas por la legislación. A pesar de todo, este pequeño licénido de color azul, los machos, y amarronado, las hembras, vuela de nuevo, al parecer sin problemas, en los montes de Medina Elvira.

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