martes, 15 de abril de 2014

De la tecnología a la patología médica


Depresión, fobias o lesiones por pasarse horas en las redes sociales, actuando con el móvil o jugando con la videoconsola

IDEAL GRANADA

De la tecnología a la patología médica
Las nuevas tecnologías han revolucionado la vida cotidiana. Pero, como todo, su abuso puede generar patologías médicas que en algunos casos pueden tener importantes complicaciones. Del mensaje en la red social a la depresión, de tener el mejor teléfono móvil a la fobia, o de matar marcianitos en la videoconsola a una lesión no hay mucho trecho. La distancia la marca el utilizar los aparatos con moderación, según los expertos, que recuerdan que todas estas innovaciones también suponen una importante ayuda a mejorar la salud y la calidad de vida de las personas.
La necesidad de comunicarse y pasar demasiado tiempo conectado a un dispositivo no es buena para la salud mental del usuario. Sus efectos se traducen en filias y fobias que, en el peor de los casos, necesitan de tratamiento médico. Así, la depresión puede llegar a generarse en los cibernautas enganchados a una red social. Según la revista Public Library of Science, un estudio de la Universidad de Michigan determina que pueden caer en depresión quienes se encargan, día tras días, de publicar solo buenas noticias sobre ellos mismos en las redes sociales. Esto lleva a que el individuo piense que todo el mundo tiene una vida mucho más feliz que la suya.
En la misma línea está la dependencia de los juegos en línea. El jugador siente la necesidad de competir con otros internautas. El fenómeno está en alza y en algunos países, como Corea del Sur (el 8% de la población entre 9-39 años es adicta), se prohibe el acceso a los juegos en línea entre las 00.00 y las 6.00 horas a los menores de 16 años. Y es que la posibilidad de estar todo el día conectado a internet produce en el individuo una relajación intelectual. Otro estudio de las universidades Columbia, Harvard y Wisconsin destaca que poder consultar cualquier duda en internet hace que el cerebro tenga menos capacidad para retener la información.
Además la web potencia la aparición de hipocondriacos. Son personas que se diagnostican enfermedades tras leer unos síntomas en internet. Así se puede pasar de tener una jaqueca a creer que se padece un tumor cerebral o padecer de gases y acudir a urgencias porque se tienen piedras en la vesícula o el riñón.
Otra afección descrita por el abuso de internet es la desorientación y mareo que algunas personas sienten al interactuar con ciertos entornos digitales o realidades virtuales. Un malestar parecido al que se sufre al viajar en un coche o autobús.
Los especialistas también ha descrito la nomofobia (no-móvil, sin móvil), patología que padece el 53% de usuarios de teléfonos móviles. Tienen miedo, e incluso pánico, a salir de casa sin el móvil. Están siempre pendientes de tener cobertura y de la carga de la batería del aparato.
Pero más común es la creencia de haber recibido una llamada. Al parecer, esto afecta ya al 80% de los usuarios de la telefonía móvil, aquellos que están cada dos por tres comprobando su terminal. La explicación médica es que el cerebro ha empezado a asociar al móvil cualquier impulso que recibe.
Daños físicos
La adicción a las nuevas tecnologías tiene también repercusiones sobre la salud física de los usuarios. Horas y horas dándole al móvil, a la tableta o al mando de la videoconsola, cuando no jugando al tenis, a los bolos, bailando o cazando leones o alienígenas virtuales pueden generar numerosas patologías. La prestigiosa revista británica de medicina The Lancet recogía esta semana el caso de un paciente que acudió a urgencias con un terrible dolor de muñecas. Según era atendido, el médico no salía de su asombro al comprobar que padecía una fuerte tendinitis que el impedía mover los pulgares. Había pasado más de seis horas respondiendo a sus mensajes de WhatsApp. El facultativo le prescribió ibuprofeno y abstenerse durante un tiempo de contestar a la incesante mensajería instantánea.
Según el doctor Juan Pons, del Departamento de Cirugía Ortopédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, sujetar durante muchas horas el móvil o el mando de la videoconsola puede acabar en tendinitis. Aunque «son casos aislados» y «lesione leves», son dolencias cada vez más habituales las consultas ante las que recomienda a los usuarios de las nuevas tecnologías «moderación y sentido común». Ve mucho más preocupante y grave «el aumento de accidentes de tráfico de personas distraídos al hablar por teléfono o tecleando mientras conduce o camina».
La vista es otro de los órganos castigado por las novedosas pantallas led de móviles, tabletas u ordenadores. La luz blanca que emiten genera fatiga visual y daña las células de la retina, un tejido sensible en el fondo del ojo que nunca se regenera. La frecuencia del parpadeo disminuye ante las pantallas de 24 a 9 por minuto, si se está muy concentrado, circunstancia que reduce la calidad de la lágrima.

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