miércoles, 3 de agosto de 2011

Los dermatólogos diagnostican 300 casos nuevos de cáncer de piel al año

GRANADA HOY
Los melanomas alcanzan una curación del 99% si se realiza una detección precoz pero son muy peligrosos si están en estado avanzado · Protegerse del sol es la mejor forma de prevenirlos



Un especialista examina un lunar de un hombre para ver si se trata de un melanoma.
 

Bordes, color, simetría y diámetro son los aspectos que hay que valorar.
El verano es sinónimo de tomar el sol. Coger un poco de color en la piel gracias los efectos de los rayos ultravioletas es incluso bueno y saludable pero, como en todo, los excesos pueden jugar malas pasadas. Y del sol, si se abusa, puede ser peligroso para la piel, y mucho.

Los dermatólogos del hospital Clínico San Cecilio de Granada diagnostican al año 300 casos nuevos de melanomas, un tumor maligno de la piel con buen pronóstico si se diagnostica a tiempo -hay un 99% de curación si está en niveles iniciales- pero con mal futuro si el estadio es ya avanzado. El servicio de Dermatología del hospital tiene una unidad específica de melanomas en la que atiende como consulta de referencia a la población de Granada, Jaén y Almería. De los nuevos diagnósticos, afortunadamente la mayoría son precoces, pero los expertos no bajan la guardia y piden conciencia social sobre este problema. Porque, al contrario que otros tipos de cáncer, se sabe el causante directo, el sol, por lo que es fácil prevenir. Con todo, hay un pequeño porcentaje de casos genéticos, pero poco significativos.

"Este tumor puede aparecer a cualquier edad aunque es más frecuente en jóvenes. Y es fácil de ver cuándo puede haber un problema bien a partir de un lunar que cambia de aspecto o por la aparición de manchas nuevas", explica el dermatólogo del Clínico José Carlos Ruiz Carrascosa.

Las personas que tienen un mayor riesgo de padecer melanomas o cáncer de piel son las que tienen más lunares, por lo que hay que vigilarlos. Para eso, los dermatólogos tienen una regla, la ABCD, relativa a la asimetría, los bordes, el color y el diámetro del lunar. Así, hay que vigilar estos cuatro puntos "y además, si sangra, acudir al especialista porque puede no ser un melanoma pero sí un nevus o un lunar que hay que tratar o vigilar más estrechamente".

Lo que está claro es que su aparición guarda relación directa con la exposición al sol. Pero, aunque pueda no parecerlo, con la aparición de un único melanoma el pronóstico del paciente puede ser muy malo, hasta mortal. Porque, además, es un tumor que responde mal al tratamiento habitual del cáncer. "El tratamiento avanza poco porque no responde bien a fármacos o a quimioterapia. Las células del melanoma cambian y se mueven constantemente y son de las más agresivas que hay, por lo que el futuro pasa por la terapia génica y sobre todo el diagnóstico precoz, que es lo que más ayuda", incide Ruiz Carrascosa.

"Guarda relación directa con el sol y las quemaduras durante los primeros años de vida", por lo que es esencial que los niños no se quemen antes de los 18 años para evitar problemas. Aunque después de esta edad no hay que bajar la guardia y descuidarse ya que hay que protegerse toda la vida. "Si no se quema uno nunca y se cuida la piel hay muy pocas posibilidades de que aparezca". Aunque también puede aparecer melanoma en otras partes del cuerpo sin relación con el sol, aunque es más raro y excepcional.

Cuando los dermatólogos tienen claro clínicamente que se trata de un melanoma lo que se hace es extirparlo con cierto margen utilizando la técnica del ganglio centinela. "El melanoma da metástasis por vía linfática rápidamente, así que si el ganglio está limpio ya está, pero si está afectado hay que limpiar la zona para que no se reproduzca", explica el dermatólogo. A más fino sea el melanoma (menos de 0,75 milímetros de grosor), mejor pronóstico. Cuando hay sospecha de un posible caso, también se quita y se analiza.

En los casos de melanomas avanzados lo que ocurre es que ha alcanzado ya una profundidad en la piel y una afectación o metástasis que es difícil el tratamiento y recuperación.

Por todo esto, la mejor recomendación es evitar quemarse por debajo de los 18 años, no exponer al sol a los menores de dos años, utilizar en el caso de los adultos cremas solares de factor alto renovándolas cada pocas horas porque no hay cremas que protejan al 100% y evitar tomar el sol las horas centrales del día (de 12:00 a 17:00). Pero también en la ciudad o en la montaña. Además, tomar líquidos y llevar una dieta sana que también proteja del sol.

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