Los expertos advierten de la importancia de la vacuna y de la medicación preventiva para el asma
Diferencia entre catarro y rinitis alérgica
Los pediatras alergólogos
recomiendan estar alerta ante los posibles casos de rinitis alérgica
camuflados en forma de resfriados, muy habituales entre los niños en
esta época.
Según la doctora Ana María
Plaza, presidenta de la Sociedad Española de Inmunología Clínica,
Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), un catarro común no suele durar
más de 15 días y pueden producirse entre dos y cuatro al año. Si en
cuatro semanas no desaparecen los síntomas hablamos de rinitis alérgica,
que puede manifestarse durante una sola estación o durante todo el año,
indica este especialista. «La mejor manera de distinguirlo es el picor
de nariz. Si el niño lo manifiesta de forma leve, es un resfriado. Si es
intenso y muy molesto es rinitis», explica la experta.
La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y
Asma Pediátrica (SEICAP) recomienda extremar la precaución, dada la
epidemia de gripe, ya que esta pueda agravar los síntomas de los niños
con alergia y asma. Por eso recuerdan la importancia de la vacunación y
del cumplimiento del tratamiento preventivo.
El virus de la gripe puede generar una amplia variedad de
síntomas, desde leves a graves, y provocar complicaciones que cursan con
fiebre alta, malestar general o dificultad para respirar, lo que
imposibilita la vida normal del niño, llegando a necesitar la
hospitalización.
Hay que tener en cuenta que la población infantil forma
parte «de uno de los principales grupos de riesgo, sobre todo debido a
su contagiosidad e inmadurez, especialmente los que tienen asma o algún
tipo de alergia que afecta a las vías respiratorias, porque es más
probable que se produzca una enfermedad grave o complicada», explica el
”, explica el doctor Luis Moral, miembro del Grupo de Trabajo de Alergia
Respiratoria de la SEICAP.
De hecho, el asma también se asocia a un mayor riesgo de
contagio de gripe A en niños, según confirma una investigación realizada
por la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Medidas de precaución
Entre las recomendaciones de los alergólogos pediátricos se
encuentran, además de la vacunación, el cumplimiento de la medicación
preventiva. «Los niños con asma son pacientes crónicos y, sin embargo,
muchos padres olvidan que deben seguir un tratamiento o simplemente lo
dejan porque no son conscientes de su importancia», comenta el doctor
Moral.
Este tratamiento de control permite al menor proteger mejor
sus bronquios y sus pulmones ya inflamados frente a la acción de virus
como el de la gripe o el resfriado, lo que según el experto puede ser
«determinante» para que los síntomas no se agraven.
Otras recomendaciones para luchar contra el contagio son
«en la medida de lo posible, evitar el contacto directo con personas ya
enfermas y evitar el tabaco dentro del hogar y en los ambientes que
frecuenta el niño», indica el doctor.
En cualquier caso, es muy importante que exista una
vigilancia de los síntomas y un control por parte del pediatra de
atención primaria y del pediatra alergólogo.
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